**** Temporada positiva en ruedos peruanos
*** El diestro oriundo de Tovar ha actuado en 18 corridas en lo que va de año y espera terminar con una veintena de festejos. Pisando los talones de las 200 corridas desde que tomó la alternativa en su lar nativo del Valle del Mocotíes, Tovar.
por: Eduardo Ravell - Diario Pico Bolívar Mérida Venezuela
Rafael “Rafa” Orellana ha tenido una temporada 2018 para archivar en sus pergaminos desde que se ha hecho torero de grandes aceptaciones en el país amazónico donde se torea todo el año entre diestros de Europa y América.
Tras su reciente triunfo el sábado 8 de septiembre en su natal Tovar donde salió a hombros junto al sevillano Daniel Luque en tarde donde se le rindió a la Virgen de Regla, vaya suerte la del torero que lució por vez primera un terno en Goyesca para beneplácito de la noble afición venezolana que le vio en tarde sortaria que a la postre le ha endosado numerosos triunfos en Perú; el más reciente fue el sábado 3 de noviembre en Chiclayo, provincia del Departamento de Lambayeque donde el torero venezolano alternó con el local Víctor Hugo Garavito y en donde no se ejecutó la suerte suprema aunque estuvo por encima del toro al que sus propietarios prefirieron llevárselo a la dehesa por su bravura y nobleza:
“Fue una tarde para el ensueño por cuanto el toro fue de gran potaje y recorrido por ambos pitones”, palabras del diestro tovareño que ya se acerca a las 200 corridas lidiadas desde que tomó la alternativa en Tovar.
Precisamente la feria de septiembre pasado fue la actuación 104 y sumando las corridas en Perú que ya van por 80, mas actuaciones en Colombia y México, ahora Orellana está a la espera de reaparecer en la FISS de San Cristóbal donde goza de gran cartel y obviamente de Mérida donde en las ferias del Sol ha salido a hombros en seis ocasiones al hilo y levantando sus trofeos del Sol Dorado al lado de grandes figuras ibéricas y galas.
Por los momento continúa su preparación en el campo peruano y posiblemente sume unas tres corridas más antes de regresar a su país natal con miras a verse en los carteles más importantes de primera categoría.
Ha sido un año en positivo para Rafael Orellana y desde ya desea que las próximas ferias de los Andes venezolanos sirgan enalteciendo la fiesta brava como bandera de temporada turística para las empresas que a bien vienen socavando entre esfuerzos por sacar adelante cada plan ferial.
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