El Dr. Luis Hernández, Cronista de la Ciudad definiò la Fiss así: “Son más que dos corridas y una novillada, es el rescate de la fuerza de la sociedad civil tachirense”
por: Kike Rosales
Es muy importante poder ver lo que se ha hecho en la región del Táchira por incorporarse al país, tanta lejanía y con tan pocas vías de comunicación obligaron que en el último año del siglo 19 irrumpiera el tachirense en el firmamento político del país.
Cipriano su compadre Juan Vicente y sesenta más dieron comienzo a que Venezuela conociera al hombre de las altas montañas, silenciosos y “cerreros” lejanos de la forma como se actuaba en muchas partes del país.
Tanta distancia obligó a esta región a sobrevivir y dar una formación más humanística que se notó en muchos líderes, la llegada de alemanes, corsos, franceses cuando el café era la riqueza del país y de llaneros que huían a la guerra federal ayudo a formar una sociedad que mostró avances inocultables en la formación intelectual de su gente.
En 1907 Abel Santos junto a otros más forma el primer salón de lectura de este país, el ahora ateneo del Táchira comenzó con ese ímpetu de quienes sabían que las letras son un arma poderosa contra la barrabasada de la ignorancia.
En la Grita Mons. Jáuregui insiste en la formación del alma, además de lo religioso el estudio de las lenguas muertas, filosofía y muchas otras materias llevó a muchos hombres a tener una espiritualidad solida basada en el estudio del conocimiento humano.
El sabio Rómulo Costa se empeñó en que los hombres no solo fueran gente de bien, sino que se adentraran en profundizar las cosas que el análisis nos llevara a salvarlos de un tema que una vez el tocó públicamente, la oclocracia (Gob. de la muchedumbre) no llegara a estar con nosotros…
Pero han ocurrido otras cosas, el mundial de ciclismo en el 76, en una ciudad tan apartada y sin velódromo unos locos se les ocurrió ir a pelear la sede contra Alemania en Canadá, mire Ud. que hay que ser atrevido para ello, incluso cuando los germanos con sobrada razón dijeron “pero no tienen nada” la respuesta fue que se ganó la sede y no se pensaba que se terminaba el velódromo para la inauguración, se hizo y fue en su momento el mejor del mundo.
Ahora en el 2018 se podría cerrar la plaza de toros que se hizo para internacionalizar la ciudad y darla a conocer, tanto, que hasta pudo hacer el mundial que les dijimos arriba.
Ahora se viven otras cosas, colas para echar gasolina, el dinero no alcanza es que también te dan poco en los bancos pero aparece el alma de ese tachirense que hizo esas cosas que son imperecederas, ocho presidentes (Constantino Guerrero lo fue diez días), salón de lectura, mundial de ciclismo un gol de arco a arco (Francovig contra Independiente en el 87) y muchas otras que parecían dormidas en el recuerdo.
Ante tantos avatares económicos deciden dar las corridas con entradas a precios más que accesible, eso sí, convenciendo a Manolito y a Jesús Enrique de la necesidad que se tiene de su compromiso el cual aceptaron con valor y dignidad.
La feria que viene más allá de lo taurino nos puede dejar el renacer del ímpetu de aquellos que sacaron una región tan aislada del ostracismo, que fue capaz de hacer eventos tan notables sin dinero como este de la feria en el 2018 quizá basándonos en la definición que diera el Dr. Luis Hernández, Cronista de la Ciudad (abogado, músico e historiador) “son más que dos corridas y una novillada, es el rescate de la fuerza de la sociedad civil tachirense”.
Esta temporada del 2018 es más que solo unas corridas, es el compromiso de no permitir cerrar la plaza y mostrar con orgullo a los jóvenes valores tachirenses, es el empeño de quienes fundaron esta feria y es quizá el renacer de ese liderazgo tan perdido. Andrés Eloy Blanco nos regala en su poema la Renuncia algo que cabe en este escrito “desbaratando encajes regresare hasta el hilo”, las corridas del 2018 en San Cristóbal esperamos, nos regresen al hilo.
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