por: Ángela Zapata / El Mundo.com Medellín, 4 febrero de 2017
- El novillero venezolano se llevó las cuatro orejas de sus oponentes, dos de ellas simbólicas por el indulto de “Caminante”, y salió a hombros junto al ganadero Alberto Cediel. Cáqueza obtuvo un trofeo y Gómez se fue de vacío.
El antioqueño Juan Gómez Dinastía no pudo resolver
a su favor las condiciones de sus novillos.
Colombo y El Manzanal encumbraron
la novillada en La Macarena
El novillero venezolano Jesús Enrique Colombo supo sacar el mejor provecho de sus novillos y, en alarde de ingentes condiciones y gran inteligencia, se proclamó gran triunfador de la novillada de la Feria de La Macarena, celebrada este sábado.
Precedido de elevada expectativa ante su recorrido triunfal por la Colombia Taurina, que incluyó sonados éxitos en Cali, Manizales, Tuta (Boyacá), Aguazul (Casanare) y Málaga (Norte de Santander), el diestro redondeó en Medellín la mejor de sus actuaciones en el país, pues no solo cortó las cuatro orejas sino que indultó a su segundo ejemplar de la tarde, de nombre “Caminante”, número 2 y de 403 kilos de peso, de la ganadería de El Manzanal.
Y es que el hierro de Alberto Cediel, debutante también en La Macarena, aportó la materia prima ideal para el lucimiento del venezolano. Debut con salida a hombros y aclamada vuelta al ruedo para la divisa de Cogua (Cundinamarca), que ha adquirido con méritos su derecho a volver. Además del astado perdonado, tuvo un toro de vuelta al ruedo (el segundo) y tras aplaudidos (primero, cuarto y sexto) gracias al buen juego que dieron en la arena, especialmente los de la línea Núñez, pues fue un Santa Coloma, el tercero, el único que desentonó y se fue pitado. Presentación desigual que, a estas alturas, es apenas una anécdota.
Los otros dos alternantes mostraron disposición y entrega, pero no estuvieron a la altura de los ejemplares que tuvieron al frente. El de Choachí, Sebastián Cáqueza, se llevó el otro trofeo de la tarde sabatina.
Momento cumbre de la novillada fue el indulto de “Caminante”, un toro que llamó la atención con su presencia, pues el pelaje claro le gusta a los aficionados locales. El astado embestía con codicia y humillaba, a lo que Colombo respondió con variados y vistosos quites de capa. Tras poner al público de su lado con las banderillas, recibió de rodillas en los medios y empezó a estructurar una faena con hondura, gracias a la nobleza del astado que no perdía ni la fijeza ni el recorrido. El mando y la mano baja en los naturales hicieron aflorar los primeros pañuelos hasta que la petición de perdón fue casi unánime y aceptada por el palco presidencial.
Ya en su primer turno, el venezolano había mostrado que la convicción con que habla se traduce en madera y en cabeza para resolver en el ruedo. Faena iniciada a media altura, que se fue afianzando a base de ligazón y temple. El toro, noble, aflojó por el pitón izquierdo, por lo que el diestro sacó todo el provecho con su mano derecha. La estocada fue certera y las orejas cayeron sin margen de duda.
Sebastián Cáqueza abrió la tarde ilusionando a la concurrencia. Mostró buenas maneras en la capa y con la muleta dejó entrever conocimiento del toro. El ejemplar, de embestida corta, fue bien aprovechado por el diestro, que mató de entera y recibió una oreja. Sin embargo, con el cuarto de la tarde se le volteó el Cristo y, ante un buen ejemplar, codicioso y fijo, no fue capaz de imponer condiciones. Sobrepasado por el novillo, perdió los papeles. Tras una estocada sin efecto, escuchó un aviso mientras trataba de descabellar sin técnica y sin sitio. Deprimente espectáculo.
El más joven de los “Dinastía” no tuvo suerte con su primer toro, aparatoso de hechuras y distraído, que nunca terminó de embestir con claridad. Con el sexto, sediento de triunfo, salió a por todas. El novillo tenía buenas condiciones, pero el diestro –que toreó descalzo sin razón- no pudo dominar la lidia y la buena voluntad se tradujo apenas en destellos. Necesita más campo y más corridas para que pueda brotar lo que lleva en la sangre.
- Ficha de la corrida
Novillada de Feria
Seis ejemplares de El Manzanal
Tarde fresca, techo abierto
Asistencia: un cuarto del aforo.
Sebastián Cáqueza
Picadores: Reynario Bulla y Juan Roso.
Banderilleros: Miguel Aguilar, Iván Darío Giraldo y José Ortega.
Toros: #43 “Compañerito” con 425 kilos (palmas en el arrastre) y #21 “Miguelito” con 394 kilos (palmas en el arrastre).
Trofeos: Una oreja y leves pitos.
Jesús Enrique Colombo
Picadores: Edgar Arandia y Efraín Ospina.
Banderilleros: Alex Benavidez, Marcos Prieto y William Valencia.
Toros: #35 “Judío” con 422 kilos (vuelta al ruedo) y #2 “Caminante” con 403 kilos (indultado).
Trofeos: Dos orejas y dos orejas simbólicas.
Juan Gómez Dinastía
Picadores: Rafael Torres y Diego Ochoa
Banderilleros: Jaime Mejía, Andrés Herrera y Alex Loaiza.
Toros: #39 “Tranquilo” con 460 kilos (pitos en el arrastre) y #8 “Macareno” con 390 kilos (palmas en el arrastre).
Trofeos: Silencio y silencio.
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