* William Cárdenas “El Torbellino” torero cuyos inicios a mediados de la década de los 60 hicieron nacer grandes esperanzas
por: tauromaquia.org - 11 de Junio de 2016
Triunfador junto con Celestino Correa y Bernardo Valencia en el certamen de los “Jueves Taurinos” celebrados en el Nuevo Circo de Caracas de los años 1969/70. Se embarcó rumbo a España en el trasatlántico “Giuseppe Verdi” y desde las primeras actuaciones el triunfo le acompañó, realizando una prometedora campaña en los ruedos de Arganda del Rey, Chinchón, Colmenar, Sacedón, Arcos de Jalón, Pastrana, San Martín de la Vega, El Escorial, Rivas y muchos otros en los que cortó orejas y rabos, siendo inolvidables sus mano a mano con Carlos Escolar “Frascuelo”, en uno de los cuales recibió su bautizo de sangre, forzando su ingreso en el para entonces Sanatorio de Toreros de Madrid, convirtiéndose en la promesa del toreo venezolano de aquellos años.
Fue un torero fácil con el capote, buen banderillero, poderoso y artista con la muleta, al que la espada quitó numerosos triunfos. Decidió volver a Venezuela y allí continuó su carrera taurina en la época de Oro del Toreo venezolano, con triunfos importantes en las plazas de Caracas, San Cristóbal, Mérida, y otras, con los primeros espadas del país, extendiendo sus presentaciones a la vecina Colombia, alternando con las figuras de la época, Enrique Calvo “El Cali”, Jorge Herrera y acompañando al mexicano Jorge Gutiérrez, figura del toreo, en su debut en la capital venezolana.
Poco a poco su estrella taurina se fue apagando, por lo que cambio el rumbó de su destino hacia otros derroteros, alcanzando el grado de diplomático en la Universidad Central de Venezuela, habiendo prestado servicios para el Cuerpo Diplomático venezolano en diferentes países de América, en la Organización de Naciones Unidas (ONU) y el más reciente de ellos en la embajada de Venezuela ante el Reino de España (1994-1999).
Obtuvo también el título de Abogado otorgado por esa universidad, y un Master de la Universidad Complutense de Madrid, con 35 años de ejercicio profesional, especializándose en la defensa de los derechos humanos ante instancias jurídicas internacionales. Académicamente, ha trasmitido sus conocimientos y experiencias como profesor de Derecho Internacional Público y Derecho Constitucional.
En tiempos recientes, ante los ataques a la Tauromaquia, se ha convertido en uno de sus más tenaces defensores, creando una barrera jurídica de blindaje de la fiesta como Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI). De hecho, es presidente de la Asociación Internacional de Tauromaquia (AIT), cuyo proyecto Tauromaquia-UNESCO, persigue el reconocimiento universal de la Tauromaquia como PCI.
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