Sábado 18 de Mayo en San Cristóbal


Bono de colaboración desde 10 $ en: Asogata, 
Escuela Taurina César Faraco: Plaza Monumental, Pueblo Nuevo  
Restaurante Miura: Calle 18 con carr. 20, San Cristóbal 
Contacto: 0412 658 4112

12/6/16

México: Plazas de primera y segunda

Plaza Monumental de México: El coso más grande del mundo. Foto: youtube

* Recoradmos toreros con Alternativa en ruedos aztecas

Columna: Retazos Taurinos

por: Eduardo Soto

¿Perderemos la esperanza?

Al intentar un vistazo panorámico a la tauromaquia en tierras americanas, es forzoso constatar, con indignación y tristeza, que actualmente en tres de las capitales de nuestros cinco países taurinos, ha sido prohibida la celebración de corridas de toros a la usanza española. Por el momento, el Nuevo Circo de Caracas, la plaza Santamaría de Bogotá y la Monumental de Quito, acumulan telaraña taurina, condenadas por la intransigencia y la arbitrariedad. Sin embargo, la afición siempre debe abrigar esperanzas y organizar su accionar, pues no se puede simplemente resignar a que se le cercene su posibilidad de disfrutar de una expresión cultural lícita, a la cual tiene pleno derecho.


Obligatoriedad de confirmar Alternativa en México

•En México, primer país taurino de América, el Reglamento para el Distrito Federal (que ahora se llama Ciudad de México), establece que cualquier matador de toros que debute en una plaza de primera categoría, independientemente de su nacionalidad, deberá confirmar su alternativa, lo cual solo podrá hacerse en la Monumental de México.

Según dicho Reglamento, las Plazas de Primera son aquéllas con capacidad de diez mil o más localidades. Si lo aplicamos en todo el país, aparte del coso más grande del mundo, existen unas diez plazas que pueden ser consideradas de tal categoría: La Nuevo Progreso de Guadalajara, la Monumental de Aguas Calientes, la Lorenzo Garza de Monterrey, la Santa María de Querétaro, El Domo de San Luis de Potosí, la Monumental de Morelia, la de Zacatecas, La Calafia en Mexicali, la Monumental de Playas en Tijuana, y la Monumental de Villahermosa en Tabasco. Espero no se me haya quedado ninguna en el tintero.

De acuerdo a la misma normativa, las plazas de Segunda Categoría, tienen aforo de a cuatro a diez mil espectadores, encontramos entre ellas a: La Silverio Pérez de Texcoco; la Fermín Rivera “Armillita” de Jalostitlán, Jalisco, con su Carnaval Taurino; la de igual nombre en Saltillo, la de San Buenaventura, el Coliseo Centenario y la plaza de Torreón, todas en Coahuila; la de Juriquilla en Querétaro; la Plaza la Luz de León, La Revolución de Irapuato y la Alberto Balderas de Moroleón, las tres en Guanajuato; la del mismo nombre en Autlán de la Grana, en Jalisco; la San Marcos de Aguas Calientes; la Quintana Roo en Cancún; la plaza Alejandra de Durango; la plaza de Mérida en Yucatán; El Relicario y la Monumental El Pinal de Teziutlán, ambas en Puebla, la última de las cuales, construida en 1951, al parecer, primera plaza techada de Latinoamérica.

Vale la pena un comentario aparte sobre Tlaxcala, el estado más pequeño de México (4.000 Kms. cuadrados), pero con gran tradición taurina, donde pasta un buen número de las ganaderías bravas del país y tiene tres plazas de toros. La Taurina en Huamantla, la Monumental Plaza de Toros de Apizaco, rebautizada en 2010 con el nombre de su torero más famoso: Rodolfo Rodríguez, El Pana, fallecido hace poco, personaje único, controvertido, bohemio, que ya es leyenda; y la plaza Jorge “El Ranchero” Aguilar, en el centro histórico de Tlaxcala, pero que es de Tercera por su aforo de 2.500 personas. El estado es también tierra de toreros pues, además de los dos ya mencionados, recordamos a Uriel Moreno “El Zapata”, espada muy solvente de gran creatividad; a Rafael Ortega, quien cambió el ruedo por la política y fue electo Alcalde de Apizaco en 2014 y José Angelino, perteneciente a una conocida familia torera del terruño.

Hay muchos toreros mexicanos con alternativa en plazas de segunda, por ejemplo: El Zotoluco en la Plaza de San Buenaventura en Coahuila; El Zapata, en El Relicario de Puebla; Manolo Mejía en León, Guanajuato; y El Payo en Pachuca, Hidalgo. Otros diestros se han doctorado en el exterior como Joselito Adame y Juan Pablo Sánchez, en Nimes y Diego Silveti, en la plaza de El Bibio, en Gijón donde, por cierto, se celebra una buena feria, a la cual tuve oportunidad de asistir el año pasado. A su vez, otros diestros del exterior se han doctorado en la Plaza México, como el venezolano Alí Gómez, El León de Camoruco, en 1949, apadrinado por Lorenzo Garza; y el diestro de Galapagar, José Tomás en 1995, quien recibió las trastos de Jorge Gutiérrez, sustituto de David Silveti, diestro escogido por el toricantano como padrino, en corrida que sería la despedida del mexicano, pero que no pudo torear por orden médica.

Venezolanos alternativados en México

Viene al caso mencionar también algunos toreros venezolanos que han tomado alternativa en plazas del interior del país azteca, entre los cuales se incluyen Rafael Báez en 1962 en Mérida, Yucatán (eterno apoderado de Eloy Cavazos); Carlos Málaga, El Sol, en 1968 en San Miguel de Allende; Ramón Abascal, en Morelia en 1971; Gonzalo de Gregorio, en 1979 en Cancún; Leonardo Benítez, en Monterrey en 1992 y Leonardo Rivera en Nuevo Laredo, en el año 2002.



Para lidiar corridas de toros o novilladas en la capital mexicana, las reses deberán estar inscritas en el Registro Obligatorio de Edades de los Astados. Dicho registro lo lleva la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia, bajo la supervisión de la oficina local del Gobierno Federal. En el libro de Registro, la Asociación llevará estricto control de los nacimientos (nacencias dicen allá y es también correcto), se especificará la fecha exacta en que haya tenido lugar, el número con que se herró a cada animal, pinta al nacer, muescas y señas particulares, informaciones que deberán proporcionarse en los treinta días posteriores a la fecha en que las reses fueron herradas, lo cual deberá realizarse, a más tardar, ocho meses después de nacer el animal.

Para rematar, recuerdo una anécdota de la historia taurina del país azteca: Resulta que el 5 de febrero de 1946, inauguración oficial de la Monumental, el Arzobispo de México, al terminar la ceremonia de bendición de la Plaza, pronunció las siguientes palabras: “Conste que le di la vuelta al ruedo antes que Manolete.”
El Califa de Córdoba actuaba ese día, junto con El Soldado y Luis Procuna, con toros de San Mateo. Buen cartel. ¿No les parece?

Eduardo Soto

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