no hay que aventurarse ni relajarse, se debe planificar una agenda de trabajo seria, que tenga resultados concretos
por: Víctor Ramírez “Vitico”
Cuando se pensaba de forma inocente que los ataques antitaurinos estaban “dormidos”, se encendieron las alarmas de nuevo ante la postura del nuevo Defensor de Pueblo, que en su cuenta de Twitter informó sobre un proyecto de ley que prohibiría las corridas de toros en nuestro país.
Como es costumbre, la noticia cayó “por sorpresa”, pues ante la tranquilidad y pasividad del sector taurino, los contrarios a la fiesta siguen trabajando en silencio. El efecto del anuncio en la red social no se hizo esperar, dando pie a los consabidos argumentos antitaurinos, que tanto calado tienen, pues bien argumentados y mejor expuestos, llegan rápidamente.
Pero no son tiempos para discutir si los que adversan a la fiesta brava son más organizados, o están mejor preparados, es tiempo de conseguir una efectiva unión que permita demostrar con argumentos coherentes y convincentes que el toro de lidia es un animal que existe gracias a las corridas, que las dehesas son reservorios naturales, que la lidia tiene un fin y que los toreros son personas que luchan y se preparan para afrontar una durísima carrera, llena de éxitos, pero también de sacrificios y dolor. El ejemplo de los toreros, debería calar hondo en una sociedad en la que los valores como el respeto, la fe y la tolerancia se están perdiendo.
El aviso es muy serio, por lo tanto, no hay que aventurarse ni relajarse, se debe planificar una agenda de trabajo seria, que tenga resultados concretos, no como esos brindis al sol que últimamente no han tenido ni destino ni rumbo.
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