1/5/12

¡Cuatro orejas y dos rabos en Sevilla, 1954!

César Girón: imbatible… Foto: lamejortoros.com

por: César Dao Colina

*GIRÓN de girones. Por donde van las cosas, Maestro. Hace poco, a través la pantalla española, directamente, desde la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, recordaba Manolo Molés, aquella hazaña suya, video impactante, cuando el (27) de abril de 1954, usted cercenaba dos orejas y un rabo en la tercera corrida de la Feria de Abril… y, luego, a las (48) horas, ¡dos orejas y otro rabo!, repitiendo la apoteosis, la cual, hasta el día cuando cerrábamos el espacio, nadie lo ha podido superar…y, pensar, Maestro César, la cantidad de figurones que han pasado por el albero de El Baratillo desde el siglo pasado.

Cuánto daríamos para refrescar todos sus triunfos determinantes, con firma venezolana, encastada, enrazada, aguerrida y llena de profesionalidad en todas las plazas del mundo, hasta en el Norte de África, sin olvidar, las ¡Cinco (5) salidas en hombros, a hombros, las Cinco (5) Puertas Grandes en la Plaza de Toros Monumental de Las Ventas del Espíritu Santo!...y, no precisamente, en la placilla de Los Terrones del Desparramadero. Eso, no podrá borrarlo ni la mezquindad más silvestre e injusta.

Y CON LAS OTRAS FACETAS DE CÉSAR GIRON….

*RECORDAMOS la soberbia buriladora tu existencia por los golpetazos de la miseria primera; a lo mejor, creemos, soberbia e ímpetu casi justificadas, porque nada es arbitrario en la vida. La ironía y el sarcasmo con aires de una atelonada arrogancia que la matizaba una carcajada retadora en los Patios de Caballos dejando, medio ver, los destellos de un diente de oro…

Sí, claro, esos gestos muy gironeros, desconcertantes, como nos comentaba el maestro de maestros: ‘’ANTOÑETE’’ en su casa de Las Ventas, muy cerca de la enredadera cuando, de niño, admiraba el paso de ‘’Manolete’’ y usted, con una demoledora estrategia a lo Girón, con un puñetazo verbal, de palabras gruesas, lo dirigías al mentón de tus alternantes para ‘’sacarlos de sitio’’, … o, las tantas frases con tinta infinitesimalmente preclara: ‘’Yo no soy mejor que nadie pero nadie es mejor que César Girón’’… ‘’mientras me quede un toro en los chiqueros la corrida no se ha terminado, ni habrán terminado con César Girón’’…‘’Pasé hambre; fue algunas veces en España. Lo primero que cobré allá fueron 1.800 pesetas que eran como 200 bolívares.

Y lo primero que cobre en Venezuela fue un fuerte (Bs. 5), que me gasté en saldiguera’’… ‘’Después de morir, sigo siendo torero, el más completo y famoso torero que ha dado Venezuela en su historia’’…y, añadimos nosotros, ¿la cosa va o no va por allí…? ¿No lo creen ustedes, distinguidos lectores? Desde aquel fatídico y absurdo accidente de automóvil acaecido el 19 de octubre de 1971 cuando redoblaron los timbales a negro llanto con lágrimas de asfalto?

Y POR ESTAS AVENIDAS CERRADAS VALENCIANAS AFLORAN....

*RECUERDOS, César, en las nostálgicas charlas en nuestra casa de la avenida Bolívar bajo la sombra de un apacible Guanábano cobijando a un Loro Real; Perecito, el Hotel L’París de los hermanos De La Fuente…

El Submarino de Oswaldo Uzcátegui, en aquella preferia donde charlaban el maestro César Faraco, César Montero y César Dao, al poco tiempo llegó César Girón quien saludó con su habitual sentido del humor y contando el número de tocayos que había en la mesa atinando a decir:
-¡Cará, aquí hay un Póker de Césares!. Luego, aquel otro sitio de esparcimiento El Pasaje Tarbes, o en tu despacho empresarial donde se activaba el ''fiel cumplimiento'' un leonino como ''desvastador'' contrato que atenazó tus intereses y tus sueños de empresario en esta capital carabobeña que tanto quisiste, tanto lo pregonaste y en demasía amaste; los fatigosos entrenamientos, tus amigos Cafronni Petit, Zadala Ramos, Jhon Díaz, Mesa el de la U.C ; nosotros, juntos, a la cintura de la tarde, sentados en las gradas valencianas esperando los toros ….o, en el mano a mano con Palomo Linares, el (29) de diciembre de 1968, cuando hube de lanzarte ese gallo fino para otro gallo de afanosa pelea, un César Antonio espueleador, exponente en capa, banderillas, muleta y estoque…recio, impenitente, mirón, arrogante, de silencios cortos llorando como un niño de la calle, cuando nos decía al lado de ‘’El Gato’’ Mario Alberto Guerra’’ y del Negro Manuel Urquía, que deseabas que tu lápida luciera esta inscripción: ‘’Aquí yace un hombre al cual se le engañaba fácilmente’’…


*César Dao Colina

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