Sábado 18 de Mayo en San Cristóbal

9/4/09

Ecuador: Cuando los porcentajes perjudican a La Fiesta


No es negativo proteger al torero nacional. Lo que si es nocivo es asumir actitudes paternalistas. Guillermo Albán: Unico torero ecuatoriano en justificar en el ruedo cada tarde y único en actuar todos los años en España. Jamás ha necesitado de ningún protector.

* Riobamba no tendrá toros... La feria, programada inicialmente para la segunda mitad del mes de abril, no se realizará...por un impasse entre la Unión de Toreros del Ecuador y la empresa Tauro Producciones, organizadora del ciclo


Por David Izurieta
Tomado de: de toros en libertad.com



Aquella frase de “que el enemigo está dentro de la Fiesta” parece hacerse realidad, a pesar de que los taurinos vamos por el mundo repitiendo a coro lo de “salvar a la Fiesta” y a pesar de los múltiples intentos por unificar fuerzas en pro de un mejor futuro de la tauromaquia en Ecuador. Después de enterarme de la cancelación de la Feria “Señor del Buen Suceso” 2009 de Riobamba, me entró mucha preocupación. Cuando supe los motivos, pasé a la indignación.


Es que este año, al menos en los próximos meses, Riobamba no tendrá toros. La feria, programada inicialmente para la segunda mitad del mes de abril, no se realizará. Lo preocupante es que este penoso hecho se da por un impasse entre la Unión de Toreros del Ecuador y la empresa Tauro Producciones, organizadora del ciclo. Si bien no hay una información oficial, ni de un lado ni de otro, he podido saber que el motivo de discordia ha sido la cantidad de toreros extranjeros contratados para la feria, en particular para un festival que era parte del abono riobambeño. Aunque nunca se hicieron oficiales los carteles, era sabido que se compondría de tres fechas y que contaría con la presencia del maestro portugués Víctor Mendes, además de David Luguillano y Gabriel Picazo, los dos últimos contratados tanto para el festival como para la corrida de feria.

En torno a esto se dicen muchas cosas, muy pocas oficiales y muchas en un tono que denota una situación peligrosa de cara al futuro taurino del Ecuador. Que si 60% de ecuatorianos por cartel, que si se debe incluir en los carteles el nombre de 2 novilleros locales (casi desconocidos), que “primero los nuestros” y en fin, un cúmulo de razones que esconden un solo y gran problema: un mentiroso proteccionismo para el torero nacional.

La cosa no es nueva aunque por primera vez se llega al extremo de cancelar una feria, ya fija en el calendario taurino ecuatoriano. Creo que todo esto responde a una postura equivocada, no solo de la Unión, sino de múltiples sectores de nuestra Fiesta. No es negativo proteger al torero nacional. Lo que si es nocivo es asumir actitudes paternalistas y casi chauvinistas en la legítima defensa del profesional ecuatoriano. La realidad se oscurece cuando dichos argumentos no tienen sustento en los hechos. Lastimosamente, Ecuador no tiene todavía nombres para llenar aquel 60% de un cartel que exigen los miembros de la Unión. Mejor dicho, nombres hay pero no con la categoría de figura como para llenar una plaza de la capacidad de la de Riobamba, Ambato o Quito, las tres más grandes del Ecuador. Quien más se acerca a esta denominación de “figura” es Guillermo Albán (unico torero ecuatoriano en justificar en el ruedo cada tarde y unico en actuar todos los años en España) y, hasta donde yo se, jamás ha necesitado de ningún protector para llegar a ser considerado como tal.

Cuando ha debido estar en un cartel han sido sus méritos y la auténtica presión popular quienes le han hecho tener el sitio que tiene dentro de nuestra Fiesta. El resto de toreros ecuatorianos pueden ser divididos en dos grupos. El primero el de los toreros jóvenes y con proyección, donde están algunos buenos profesionales y que tienen mucho por delante, siempre y cuando lleven bien sus carreras. El segundo grupo lo componen toreros, no todos veteranos, quienes se han cansado de quemar oportunidades para llegar al sitio de “figura de la Fiesta”. Algunos de los integrantes de este segundo grupo han llegado a “cruzar el charco” o han sido parte de “intercambios” entre empresas, tirando a la basura las oportunidades brindadas y desplazando a quienes si tienen verdadero potencial dentro de la baraja de coletas nacionales.

El caso de la feria de Riobamba es la gota que ha derramado un vaso que se ha ido llenando gracias al silencio y la falta de autocrítica. Y es que cuando se hace una crítica a la actuación de un torero nacional los indicadores se ponen en rojo, las susceptibilidades se hieren y las miradas van para otro lado. Muchos periodistas, en su afán por no tocar las frágiles sensibilidades de algunas personas, trastocan diametralmente la realidad de los festejos en sus crónicas. La falta de argumentos y de cojones se vuelve “pellizco” y “toreo de artista” o de plano se le echa la culpa al que no habla: al toro. El indulto otorgado por la reina del pueblo y la familia se vuelve “faena antológica”, cuando muchas veces las reses no tienen ni edad, ni trapío, peor aun condiciones para merecer tal premio. Se piensa primero en la acreditación de callejón, la cual gracias a Dios no me roba el sueño; y una vez ahí hay vía libre para mirar a otro sitio antes de decir que un torero nacional tuvo una mala tarde o que tiene algo por corregir en su carrera. Cuando algo así se dice vienen las malas caras, las enemistades y los calificativos de “antipatriota” y demás barbaridades.

La verdad a cuerpo limpio es que el planteamiento de la Unión se estrella con una realidad que no está todavía para ir a tono con los porcentajes expuestos, al menos para las ferias “top”. El paisanaje no es todavía rentable para las ferias grandes del país, las cuales exigen la presencia de toreros que lleven público a los tendidos. Pena por los partidarios de Víctor Mendes, que son muchos en el Ecuador, quienes no verán a su ídolo taurino. Pena e indignación por una feria que ha sido cita obligada para los taurinos del Ecuador y que no se realizará por una pugna innecesaria y absurda para la época en que vivimos. Pena e indignación por una ciudad eminentemente taurina como Riobamba, la cual “se dio el lujo” en el pasado de tener dos ferias taurinas al año. Indignación cruda por la postura de la Unión de Toreros del Ecuador, quienes con su posición del 60% “fueron por lana y salieron trasquilados”, puesto que no habrá feria para los brillantes porcentajes. La gran perdedora dentro de este absurdo es la Fiesta, peor aun cuando lo que se necesita es más y mejores festejos.

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