Este sábado
24 de junio en el Vigía, ni la lluvia, ni
los truenos -si es que los hubiera- impedirá la realización de la corrida
de toros, aquello de: “si el tiempo no lo impide…” esta vez no va en el programa oficial de la corrida; para tal efecto,
el gimnasio techado de Boxeo, “José Luis Varela”, ubicado en el barrio Buenos
Aires, acondicionó un ruedo con burladeros, toriles, callejón y con arena igual que una plaza de toros.
El Ruedo
El Trabajo en equipo, cual ciclistas en una etapa contra el reloj en Vuelta al Táchira, la escuadra de areneros, servicio plaza de toros Monumental de Mérida encabezados por Humberto Gerardo Álvarez, y los de mantenimiento (COREMER) han echado el resto para ganarle al cronómetro. Los muchachos han tenido que sacar toda la experiencia para dejar un ruedo, no como ellos hubiesen querido, la idea era dejarlo en óptimas condiciones, pero tres días no fueron suficientes; no obstante en el papel la arena luce bonita, ya se verá a la hora de la brega.
De acuerdo a las gráficas, comparando altura de la barda, barrera metálica del ruedo con respecto al piso, se puede apreciar que el espesor de la materia compuesta por greda arcillosa traída quizás del sector Onia y arena que cubrió el área de cemento podría alcanzar unos 12 centímetros, con más tiempo el ruedo hubiese quedado tal cual luce la plaza de toros Monumental Román Eduardo Sandia de Mérida.
Historia
Recordemos que El Vigía era distinguido por haberse dado sendas tardes con toros criollos, por allí desfilaron los mejores novilleros de la época: Joselito Torres toreando mano a mano con Sergio Díaz. Carlos Málaga “El Sol”, León Espinoza y el legendario Rafael Bordón con toros de Don Fidel Garay y, pare de contar…
Tiempo después
-siglo pasado- aparecía, el patas negras, él de casta, que acabo con aquellas alegres
y valerosas tardes con el toro criollo y
los cebús, recordemos final década de los setenta con toros de Luis Gandica y
los mexicanos Carmelo Torres y Ernesto
San Román “El Queretano” junto al torero de la emoción, Bernardo Valencia, como
no recodar aquel cartel: Antonio José Galán, Bernardo Valencia y el rejoneador
Javier Rodríguez o la presentación del
torero español Pedro Fernández “El Niño
de Aranguez” junto a Carlos Rodríguez “El Mito” y Bernardo Valencia, con plaza portátil traída de España y los toros de la Carbonera
y, así un montón de tardes.
Cuatro toros
Hoy día
en tiempo del hombre nuevo, con limitaciones de toda índole sobre todo en lo económico,
las corridas con seis toros en plaza de tercera, pueblos y hasta ciudades, es leyenda
del ayer, ahora, con mucho esfuerzo apenas se puede dar una tarde con cuatro
toros, ya sea en mano a mano o como la de este sábado 24 de junio, con cuatro
toros para igual número de matadores.
Los altos costos de las plazas portátiles, del transporte, la carencia del combustible y el mes de junio donde el factor lluvia -año pasado- dificultó la asistencia masiva de público a la corrida de toros, todo este cumulo de dificultadores hizo que la sociedad organizadora del evento taurino echara mano de un recinto deportivo, habilitando un gimnasio de boxeo para dar la tarde de toros.
No ha
sido fácil, organizar el evento: Los toros programados (3) murieron supuestamente
mordidos por una culebra guayacán, los cuales han sido sustituidos por otros 3
de otra ganadería; problemas logísticos de última hora,
coincidencia de eventos con la tarde de toros hizo que la fecha se cambiase para
este sábado
Cartel
Jonathan Guillén de Mérida, los tachirenses Fabio Castañeda y Antonio Suárez, el yaracuyano Rejoneador, Francisco Javier Rodríguez, se las entenderán con tres de la acreditada ganadería Rancho Grande y un toro para rejones de El Capiro.
Se espera, se augura que la tarde sea de éxito tanto en lo artístico como en lo económico.
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