Hay futuro

Toreros y cuadrillas de la novillada benéfica de la Ecuela César Faraco.  Foto: Juan Carlos Carrero

por: Víctor Ramírez “Vitico”

La novillada sin picadores celebrada el pasado domingo 30 de abril 2023 en San Cristóbal es un paso importante para la consolidación de la fiesta en Venezuela. No fue un festejo más a lo largo de la temporada, es el inicio de una nueva etapa en la tauromaquia nacional.

Ya en los primeros meses del año, con los diversos tentaderos y pruebas para los aspirantes de las escuelas taurinas, se fue marcando la senda del camino que hay que seguir, nunca antes fue tan importante regar el jardín del toreo para que florezcan de él los toreros del futuro.

Las escuelas taurinas no solo forman novilleros, matadores o banderilleros, en ellas hay respeto, dedicación, trabajo, disciplina y muchos de los que por ellas pasan sin llegar a ser profesionales taurinos, consolidan solidos valores que llevaran por siempre como reglas de vida.

Tres centros de formación de San Cristóbal, Tovar y Seboruco se dieron la mano para que varios de sus alumnos torearan la novillada, siendo muy importante la unión de la empresa Fiesta Brava, Compañía Anónima Plaza de Toros de San Cristóbal, profesionales como los matadores de toros Marcos Peña “El Pino”, Gregorio Torres “Maravilla”, Fabio Castañeda y Antonio Suárez, los miembros de las cuadrillas de toreros de plata, directivos y aficionados. Los jóvenes toreros dieron lo mejor de cada uno, hay que apuntar sus nombres: Fernando Vanegas, Santiago Mendoza que llegaba con el título de triunfador del certamen auspiciado por el matador de toros Manolo Vanegas, José Castañeda, Eloy José, René Ruiz y el jovencísimo Santiago Guerrero. Apuntan excelentes maneras y ahora solo hay que procurar darles las debidas oportunidades para el rodaje necesario en este proceso de formación.

Si se continúan organizando festivales y novilladas de formación con regularidad, el público ira apoyando estos festejos, y es probable que en un futuro no muy lejano alguno de los nombres que estuvieron acartelados en esta novillada, sean base de nuestras ferias, porque para obtener algo primero hay que soñarlo.