1/11/22

Cuando falta el toro, se pierde la esencia de la tauromaquia

Andrés Roca Rey cargó a su hermano (Silencio y Oreja) y lo sacó en hombros. Foto: Juan Ponce Valenzuela - elcomercio.pe


*** Ayer, la primera corrida de la edición 75 de la Feria del Señor de los Milagros
Despedida de Fernando Roca Rey. Alternó con el español Manuel Escribano y el venezolano Jesús E. Colombo. El trapío y la presencia del ganado dejó mucho qué desear.

*** Video resumen de la corrida de Danny Alarcón para Feria.tv

Columna taurina Diario El Comercio - Lunes 31-10-2022

por: Pablo J. Gómez Debarbieri - 


Ayer se celebró en Acho la primera corrida de la 75 edición de la Feria del Señor de los Milagros. Se anunciaron seis toros de Juan Manuel Roca Rey −socio de la empresa de Acho− para tres matadores banderilleros: el sevillano Manuel Escribano, el peruano Fernando Roca Rey, que ayer se despidió de la afición limeña y el venezolano Jesús Enrique Colombo.

Sin embargo, los aficionados se dieron con la sorpresa de que se lidiarían solo tres de la ganadería titular y tres de La Viña, de Lucy y Aníbal Vázquez, quien comentó que había tenido que enviarlos de improviso y sin prepararlos para Acho.

−Las reses−

Normalmente, una corrida con tres toreros banderilleros es entretenida. El público suele salir satisfecho, pero ayer salió con un sabor agridulce por la escasa presencia del ganado. Los seis, muy terciados y algunos impresentables. Con toda justicia, el público protestó enérgicamente. Acho, por la elevada renta que paga a la Sociedad de Beneficencia de Lima −propietaria del coso−, es la plaza más cara del mundo. ¿Hay derecho que aficionados tan sacrificados, que pagan localidades tan caras, soporten reses sin la presencia ni el trapío que Acho exige?

El toro es un animal impresionante, que impone respeto. Ayer, ninguno impactó a nadie ni impuso respeto.

Los de J.M. Roca Rey, mal presentados. Primero, bonito de tipo y fino de cabos, pero terciado; poca fuerza y escaso de raza; noble y con clase, pero sin transmitir emoción. Tercero: bajo, bien hecho; terciado y sin fuerza; dio buen juego.

Los de La Viña: segundo, protestado por terciado y anovillado; buen juego en la muleta, pero con embestidas sin emoción. El cuarto, joven y escurrido, fue abroncado en cuanto apareció en el ruedo; fue devuelto.

El cuarto (bis) de J. M. Roca Rey, impresentable; más estrecho −de flanco a flanco− que una tabla. Se le abroncó hasta recibir el primer puyazo; algunos piensan, erradamente, que no se puede devolver un toro ya picado; la protesta y los pitos, constantes hasta que dobló.

El quinto, de J.M. Roca Rey, terciado, pero al menos estaba en tipo; quizá por eso no lo protestaron a pesar de sus pitones brochos. Emocionó poco, pero tuvo duración y clase.

El sexto, de La Viña, un bonito colorado; también terciado y brocho. Transmitió emoción; embistió con brío y al inicio, incluso galopando. Metió la cara y tuvo clase. Se le premió con la vuelta al ruedo.

−Manuel Escribano−

Lanceó aceptablemente al primero; compartió banderillas con sus alternantes. Muleteó solo por el lado derecho; aseado, pero despegado. Mató muy mal; un aviso.

Durante la lidia del cuarto se produjo la gran bronca y las continuas protestas por la escasa presencia de las reses −la titular y el reemplazo−, pero el sevillano ni se inmutó. Más aún; sin ton ni son, puso cuatro pares de banderillas. Faena irrelevante a la que nadie prestó atención por la birria que era el torete.

−Fernando Roca Rey−

Banderilleó al segundo con sus alternantes y cuajó una muy buena faena; estuvo a gusto y dejó sobre el ruedo derechazos templados, de mano baja y buenos naturales. Perdió el trofeo por pinchar.

Quitó por caleserinas al quinto y compartió banderillas con Loro y Ronald Sánchez, que se lucieron. Faena bien estructurada por el lado derecho, pues por el izquierdo, el astado se colaba. Mató bien y cortó una merecida oreja.

−Jesús Enrique Colombo−

El venezolano es un ejemplo de ganas y deseo de triunfar; eso se aprecia y por ello se metió al público en el bolsillo. La faena al tercero fue más de relumbrón que profunda; culminó con bernadinas, tomó el estoque y sin solución de continuidad, se volcó sobre el morrillo. El público, impresionable y algo dadivoso, pidió la oreja, que se concedió de forma generosa.

Con el sexto hizo todo lo posible para salir en hombros. El terciado torete se prestaba para ello y su galopante embestida le permitió mostrar un toreo vibrante. Inició la faena de rodillas y en el trasteo demostró su entrega. Sin embargo, alargó la faena en exceso y pinchó; luego se tiró sin muleta y dejó una estocada que tardó en hacer efecto. Todo quedó en una vuelta al ruedo.

La despedida de Fernando Roca Rey merecía algo mejor.
 

RESUMEN DE LA CORRIDA
Toros de Juan Manuel Roca Rey y La Viña, de Lucy y Aníbal Vásquez.

Manuel Escribano (España), de gris plomo y oro: silencio y pitos

Fernando Roca Rey (Perú), de verde hoja y oro: silencio y oreja

Jesús Enrique Colombo (Venezuela), de sangre de toro y oro: oreja y vuelta.


RESUMEN EN VIDEO DE LA CORRIDA

Video de Danny Alarcón para Feria.tv

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