El Lic. Becerra Golindano nos mostraba a través de las redes sociales -y así lo vivía plenamente- su amor hacia la institución de la familia.
Foto archivo: Esposa: Ing. Ledy Morales; sus hijos: Ernesto José y María Angélica.
Foto archivo: Esposa: Ing. Ledy Morales; sus hijos: Ernesto José y María Angélica.
Conocí al Lic. José Ernesto Becerra Golindano en el Ince Comercial de San Cristóbal. Transcurrían los años 1990 y 1991. Como docentes nos localizábamos en aulas colindantes. Él dictaba las clases de computación, en los laboratorios respectivos, ante una buena cantidad de alumnos. Yo, recién obtenida mi Maestría en Gerencia de Mercadeo, compartía con los míos sobre las materias de Promoción de Ventas. En los recesos comenzamos a intercambiar inquietudes, y yo le escuchaba con sumo interés sobre los últimos avances digitales y computacionales y su aplicación a la gestión comercial. El mundo estaba imbuido de lleno en los adelantos e innovaciones de la sociedad digital emergente, y aunque para mí, en aquella época, muchas de estas materias me resultaban desconocidas, el Lic. Becerra Golindano las hacía totalmente comprensibles y accesibles al entendimiento con su impecable método pedagógico.
Posteriormente, a través de mi padre, J.J. Villamizar Molina, Cronista Emérito de San Cristóbal y también Académico de Número, tuvimos encuentros más cercanos en la Academia de Historia del Táchira, donde acudía a atender invitaciones muy interesantes sobre eventos históricos de diversa índole.
En un momento determinado, cuando las herramientas de difusión de información a través de la tecnología tomaron auge, con los blogs, nuestro amigo común, mi compadre y colega locutor César Omaña, nos colocó de nuevo en contacto. Yo tenía una idea y él la hizo realidad en dos blogs sobre sendas áreas de mi competencia y conocimiento. Comenzamos con mi blog de viajero por el mundo. Yo quería que mi diario de viajero escrito fuera difundido ampliamente, incluso con ilustraciones y fotos de los continentes, países y ciudades que he visitado. El Lic. Becerra Golindano transformó ese deseo en un blog y en principio él mismo lo administraba. Pero como el buen maestro enseña a pescar al alumno, me dijo: “Le voy a enseñar cómo administrar su blog usted mismo, cómo mejorarlo y enriquecerlo”. Y así fue, pues me instruyó en el uso de diversas aplicaciones propias del blog. Y así se consolidó el blog “Isaac Villamizar Viajes”. Luego, al notar que ese recurso es una vía maravillosa de difusión, eso me motivó, también con algunas instrucciones del Lic. Becerra Golindano y de mi compadre César Omaña, a crear y administrar mi segundo blog, “Balanza Jurídica”, donde coloco contenidos de orden jurídico en las especialidades de mi ejercicio profesional y competencia.
Con ese espíritu de servicio, de colaboración espontánea, de sentido pedagógico e instruccional, de aplicar la estrategia aprendiendo haciendo, el Lic. Becerra Golindano ayudó a muchas personas e instituciones a manejar sus propios blogs, especialmente para difundir la historia, las manifestaciones culturales, la literatura, el acontecer de pueblos y ciudades tachirenses, sin dejar de contar los que él mismo conducía.
Su don de gente, su caballerosidad, su tacto y prudencia, y su muy amplia cultura general, constituyen ejemplos en el legado que nos deja el Lic. Becerra Golindano.
Termino esta reseña de su personalidad destacando una faceta que considero virtuosa. El Lic. Becerra Golindano nos mostraba a través de las redes sociales -y así lo vivía plenamente- su amor hacia la institución de la familia. Cualquier acontecimiento de alegría, de crecimiento, de logro, en el seno de su hogar era admirado por nosotros, sus amigos y seguidores. En estos tiempos convulsionados y bastante confusos, colocar a la familia, a sus principios, valores e integridad en el nivel superior de la escala social es más que admirable. Gracias, Lic. Becerra Golindano por reforzar ese concepto, porque es en la familia, con toda seguridad, donde encontraremos respuestas y oportunidades para superar cualquier crisis.
Mi solidaridad con su esposa e hijos y ruego al Dios Todopoderoso que colme de su gracia eterna a este querido amigo, tachirense y hombre modelo.
San Cristóbal, 12 de Octubre de 2021.
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