El rejoneador Francisco Javier movió sus cabalgaduras con destreza y dominio para arrancar las primeras palmas.
Manuel Medina,"El Rubí" aprovechó al máximo la brava vaca con una larga labor de aprobación general.
Luis Pietri ratificó condiciones que le reconocieron cuando corrió la mano diestra con temple y donosura, en una entrega de pleno entendimiento y dominio con la vaca de Campolargo.
Manolo Zapata estuvo valeroso con la de menos opción de triunfo; y sin embargo estuvo allí en profesional, siendo aplaudido.
Ramón Guevara no pudo hablar con la muleta, ya que la vaca se partió un pitón y resentida no acudió al paño rojo.
Homero Polanco lo volvió a bordar con extraordinaria vaca, castaña, que entendió a la perfección en artística faena sobre ambas manos que nuevamente deja sentados los enormes progresos de este aficionado práctico que con firmeza y responsabilidad viste el traje corto.
La agradable sorpresa de la tarde fue la actuación de Juan José Girón que tomó la pañosa para decir aún hay Girón para dar pelea, y se creció en derechazos largos e hizo honor a la girondina de su tío entre aclamaciones que ojalá hayan despertado el batallador apellido de los ruedos.
Fue una tarde de esas dignas para el recuerdo, hechas con sacrificio y afición y que afortunadamente permitieron a los asistentes que plenaron los graderíos, salir a gusto tras el disfrute que despeja el camino para la corrida de la prensa del 12 de diciembre en San Felipe que ya tiene nombre de los triunfadores.
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