El Gago Sosa en Caracas, la tarde que toreó con Ortega Cano y Eloy Cavazos. Foto: Obertein - blog elvitoalostoros
En Madrid, donde se había radicado desde los años ochenta falleció el torero venezolano Iván Sosa, “El Gago”. Matador de toros, con alternativa en Osmar, Soria, de manos de José Luis Palomar con toros del Conde de la Maza, en tarde afortunada con salida a hombros de la plaza.
Llevaba tiempo en España y desde que Iván Sosa hizo campaña como novillero, hasta tomar la alternativa, renunciando a la alternativa para afiliarse a la Unión de Banderilleros, se desarrolló como un subalterno muy importante, muy solicitado por matadores de toros para su cuadrilla, con categoría en citas delicadas como festejos en la Monumental de Las Ventas en Madrid, Aranjuez y Toledo sobre todo en las fiestas del Corpus Christi.
En Caracas se destacó, entre un grupo de aspirantes a toreros, una tarde en el Nuevo Circo, en la que se reunieron varios matadores de toros para tentar unos toros mexicanos que sobraron en la temporada del Nuevo Circo. Entre ellos Curro Girón y Carmelo Torres. Carmelo fue un matador de toros mexicano que vivió muchos años en Caracas. Fue muy apreciado por aficionados y taurinos.
Uno de los toros, el que le correspondió a Carmelo, fue banderilleado estupendamente por “El Gago” Sosa, popular entre los aspirantes que formaban el grupo de los que querían actuar en la temporada de novilladas. Después de banderillear al toro, habiendo el astado presentado dificultades que, hasta a los más enterados renunciaron a ponerse por delante hasta que “El Gago” tomó la espada y la muleta cuajándole una emocionante faena. Este día "El Gago" nació como ilusión y esperanza. Como matador de toros se presentó en el Nuevo Circo con José Ortega Cano y Eloy Cavazos.
En su carrera como subalterno, residenciado en España, paralelamente recurrió a diveros oficios, como el de pintor de brocha gorda y frisador, o el de de Taxista. Vivió por más de 20 años en Madrid, gozó del afecto de la colonia venezolana en España y en muchas oportunidades acompañaba a los taurinos en sus viajes, a matadores de toros paisanos les sirvió de chofer, como fue el caso con Leonardo Benítez cuando el caraqueño confirmó su doctorado en Las Ventas, plaza en la que repitió varias veces, lo mismo en Beziers, Francia arena en la que Benítez cortó una tarde cuatro orejas alternando con Curro Romero.
En el sepelio, Manuel García, torero venezolano que fue novillero y ahora representa toreros; fue él el cortejo fúnebre del torero muerto lejos de su tierra.
Son muchos los toreros venezolanos que se han destacado en la historia callada del toreo, esa historia a la que hay que desempolvar evitando se borren tantos nombres de hombres que, como Iván Sosa, han escrito páginas que nos llenan de orgullo a los venezolanos aficionados a los toros.
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