La estocada que recetó al toro "Monarca", de Laguna Blanca, es sin duda una de las mejores del año 2020. Foto: Alejandro Vielma
por: Víctor Ramírez "Vitico"
Fabio Castañeda a lo largo de las últimas temporadas ha demostrado que sigue creciendo en su profesión, lo cual es vital para aspirar a un sitio de privilegio en una profesión tan dura como la del toreo.
Dió sus primeros pasos taurinos en la escuela taurina de San Cristóbal que luego se llamó César Faraco, en homenaje a su director fundador; fue el primer venezolano que se ganó la asistencia a la Escuela Marcial Lalanda de Madrid, gracias al apoyo del Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida; allí, es donde perfecciona su preparación, y en las plazas españolas y francesas adquiere el oficio necesario para llegar a la alternativa. Hizo rodaje como matador de toros en Europa y posteriormente en Perú, suma un buen número de corridas cada temporada, con éxito, lo cual le ha abierto las puertas de las ferias en el país andino. Castañeda es un torero de buen corte y gran técnica, todo ello sustentado en el valor.
En este complicado 2020 estuvo en San Cristóbal dejando una excelente tarjeta de visita: dispuesto y entregado, toreando con clase y temple, y con una espada digna de elogio. La estocada que recetó al toro "Monarca" de Laguna Blanca, número 33, negro chorreado en verdugo, listón con 440 kilos, es sin duda una de las mejores del año. La oreja que paseó fue de ley.
Fabio Castañeda forma parte de ese grupo de jóvenes toreros que deben ser tomados en cuenta para futuras ferias, ya que une oficio, experiencia y buenas maneras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario