Guadañazo taurino

Muchos en Venezuela, no han entendido que lo de la pandemia del coronavirus es real, tan cierta como la palabra misma. 

por: Por Giovanni Cegarra

El ya duro camino que viene transitando la Fiesta Brava en Venezuela, con la situación compleja, coyuntural, socio económica política, que impera en el país, desde años atrás se torna aún más difícil y escabroso, con las secuelas que viene dejando el relajado desenfreno colectivo, puesto de manifiesto, en la decembrina cuarentena flexible, que ha elevado, de manera especial, en los Estados Mérida y Táchira, Región Andina, el índice de contagios de coronavirus, cuya secuela ha ocasionado  que lo taurino, reciba un certero guadañazo.

El guadañazo taurino, ha sido certero en la ciudad de Tovar, Municipio homónimo del Estado Mérida, donde, ante el incremento de contagiados por coronavirus, ha suspendido irremediablemente, el Festival previsto en el Coliseo “Arq. Claudio Corredor Müller” pese a que había garantía del cumplimiento de la normativa de prevención sanitaria; esto ha dejado a los aficionados, como se dice por estos predios venezolanos “mirando pa´ San Felipe”.

Igualmente, se ha encendido la alarma, en lo que pudiera ser, la suerte de la realización de los ciclos taurinos de la Feria de San Sebastián en San Cristóbal, Estado Táchira, para final de enero del 2021 y a mediados de febrero, en Mérida, Estado Mérida, el Carnaval Taurino de América en el marco de la Feria del Sol.

Muchos en Venezuela, no han entendido que lo de la pandemia del coronavirus es real, tan cierta como la palabra misma, no cumplen a cabalidad lo de la bioseguridad, se han elevado los contagios y ello, incide en el futuro de la organización de Ferias Tradicionales Taurinas, como la de San Sebastián y del Sol/Carnaval Taurino, en San Cristóbal y Mérida, respectivamente, el personaje portador de la guadaña, ha comenzado por Tovar en el Estado Mérida, a dar otro fatal golpe a nuestra Fiesta Brava, pone en pico de zamuro, las ya sobrevivientes Ferias citadas, sigue palo abajo lo taurino, por muy drástico que suene, es la realidad país, adherida a la pandemia mundial que convivimos.