La escuela Taurina otorgó reconocimiento a Erick Cortez.
*** Fotos cortesía Alexis Rodríguez y Miguel López
Bonita despedida tuvo este nefasto año, precisamente este último sábado del 2020, en Las Ventas del Cortijo de Maracay, con los aficionados de siempre y la marcada ausencia de los que se autoproclaman amantes de la fiesta brava y solo se dejan ver en los chats de picoteo.
Cumpliendo las medidas sanitarias exigidas, los asistentes disfrutaron de una gota de agua en el desierto, con astados de "Laguna Blanca," de desigual comportamiento y complicaciones.
Erick Cortez con sapiencia y maestría, supo cuidar las embestidas del astado que buscaba sus querencias, hasta que terminó en los medios, acoplándose a la templada muleta del moreno diestro que se dio gusto y gustó por su torería y maestría sobre ambas manos. Luego le dejó la muleta a un novel de la escuela taurina de Maracay, Jesús Sambra, quien dejó detalles que ilusionaron.
Luis Pietri, con un novillo exigente, estuvo en torero en verónicas de lujo y sentidos muletazos, imponiéndose con conocimiento y profesionalismo en tandas de naturales y derechazos de buen trazo. Tuvo sazón la labor del artístico diestro que una vez más demostró su capacidad y madurez profesional.
Edgar Antonio hizo vibrar los tendidos con su valor desde el lance de larga cambiada hasta estoicos derechazos al complicado novillo que en un momento se lo echó encima peligrosamente. No se amilanó el joven espada y siguió exprimiendo muletazos con los tendidos alborotados. El volteretón parece obligar el adelanto de la operación del hombro derecho, que tenía programada.
Bonita tarde de toros y gastronomía en Las Ventas del Cortijo, ideal para afianzar esperanzas por una nueva normalidad que Dios mediante pronto ha de venir.
Natural de lujo de Erick Cortez
Luis Pietri al natural
Edgar Antonio en muletazo por bajo
Miguel López y el novel Luis Sambra
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