Polifacético, pintor extraordinario y conocedor a fondo de los entresijos de la Fiesta, Julián fue pilar fundamental para las nuevas generaciones.Foto: blog aportagayola
por: Víctor Ramírez “Vitico”
Siempre que se va un gran hombre sobran los escritos llenos de elogios, palabras dulces y demás consideraciones; pero en el caso de Don Julián Varona Castillo, son ciertos, pues fue un hombre noble, alegre y sabio, que nunca tuvo reparos en enseñar a todos aquellos que acudíamos a él para aprender de toros.
Polifacético, pintor extraordinario y conocedor a fondo de los entresijos de la Fiesta, Julián fue pilar fundamental para las nuevas generaciones. A través de su programa “Tam en los Toros” cultivó la afición de muchas personas que le seguían con fervor. Luego estuvo en Portal Taurino a través de Meridiano Televisión. En la radio también destacó en numerosas transmisiones a través de Radio Cumbre; amén de su programa “Cumbre en los Toros”.
Julián fue un gran conversador, tenía el don de la palabra, en sus transmisiones taurinas llevaba al oyente a la plaza, gracias a sus conocimientos, a su entusiasta forma de contar una corrida de toros.
Ahora toca honrar su legado, ya que nunca se le olvidará. Ha perdido la Fiesta a un aficionado cabal, y nosotros un Gran Maestro. Descanse en paz.
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