Pepe Cabello: Arquetipo del taurino venezolano. Abogado, conocedor de la Fiesta Brava, desenvuelto en lo social, excelente cronista y uno de nuestros diplomáticos taurinos. Foto: Cabello, entre Curro Romero y Curro Girón - elmundo.es
Columna: RETAZOS TAURINOS (LIII)
por: Eduardo Soto Alvarez.
• Cuando se presentó en Valencia el matador español Vicente Méndez “El Pescadero”, en agosto de 1885, fue la primera vez que se ejecutó la suerte de varas en Venezuela. Con posterioridad, en la época del General Gómez, desapareció de los ruedos, pues al Mandatario no le gustaba y tampoco era necesaria para lidiar reses criollas. Cuando se comenzó a traer toros de casta y a usar ganado nacional de media casta, su lidia si requería pica y para hacerlo, sin incurrir en la ojeriza del Primer Mandatario, se empezó a proteger con cuero curtido los caballos, antes de que, en 1928, con motivo de la corrida de Pascua de Resurrección en Madrid, se decretara en España el uso obligatorio del peto.
• Juan Vicente Gómez y su familia se involucraron en todos los aspectos del desarrollo la Fiesta Brava en nuestro país, se comenzó por motivaciones políticas al crear la Feria de Maracay y llegó a abarcar la construcción de los dos cosos más importantes, la presentación de figuras como Belmonte y Antonio Cañero, las modalidades de efectuar la lidia (como acabamos de ver), la producción de ganado de media casta e incluso con el primer indulto concedido en el Nuevo Circo para toros de este tipo, que fue para Formalito de La Providencia, hierro propiedad del General, en febrero de 1927.
• La verdad es que Pepe Cabello, puede considerarse uno de los arquetipos del taurino venezolano. Abogado, conocedor de la Fiesta Brava, desenvuelto en lo social, excelente cronista y uno de nuestros diplomáticos taurinos, pues le tocó firmar el Convenio entre Venezuela y España de 1957. También se encargó de negociar el levantamiento del veto que pesaba sobre el Nuevo Circo de Caracas en 1959, cuando una empresa no pudo hacer frente al contrato con Gregorio Sánchez, por dos tardes a diez mil dólares cada una, que el diestro se negó a rebajar y la empresa alegaba no poder pagar, en la situación del país en esos momentos. Por cierto, Pepe Cabello sustituyó como cronista taurino de El Nacional a Oswaldo Pérez Esteves, quien ingresó al Servicio Exterior pues fue nombrado Cónsul en Vigo.
De todas maneras, Venezuela era donde mejores honorarios recibían los toreros en América, algunos como Luis Miguel Dominguín y Cesar Girón, llegaron a cobrar hasta 32.000 dólares por tarde.
• En Tovar también pudimos ver al novillero Eduardo Antich, torero de La Victoria, a quien, en 1950, le cedió los trastos Curro Caro en Colmenar Viejo. Se presentó en Venezuela, en las tres plazas más importantes de la época: Caracas, Maracay y Las Arenas de Valencia; en México actuó en Veracruz y Cuernavaca; se retiró en 1961 y murió en la capital aragüeña hace treinta años. Eduardo Antich fue nuestro quinto matador de toros por antigüedad de Alternativa, después de Rubito, Julio Mendoza, El Diamante Negro y Alí Gómez.
• Hay tres Miuras, de capas muy distintas, que han pasado a la historia por haber causado la muerte de tres diestros famosos: Jocinero, berrendo en cárdeno, botinero y capirote, que acabó con la vida de José Dámaso Rodríguez y Rodríguez, Pepete, en Madrid en 1862; Perdigón, colorado, ojos de perdiz, que también en Madrid dio muerte a Manuel García Cuesta, El Espartero, en 1894; e Islero, negro entrepelado, que el 28 de agosto 1947, corneó a Manolete en Linares, causándole la muerte al día siguiente.
• Las banderillas se ponen de sobaquillo, al colocarlas pasado el momento de la reunión, estoconazo es una estocada completa más contundente que artística y un golletazo es el lamentable caso cuando el acero cae en el cuello del toro.
Eduardo Soto Alvarez.
30/05/2019.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario