Por:
Golfredo Rojas
Madrid. 30
mayo. Feria de San Isidro. Con un lleno
hasta las banderas, como era de esperarse y un sol veraniego con temperatura de hasta 35º,
se ha lidiado los famosos
toros cárdenos de Adolfo Marín -como se
conocen los del encaste Albaserrada-
bien presentados, serios como se
lidian en la primera Plaza de Toros del mundo;
para los matadores de toros españoles
Manuel Escribano y Román Collado y el peruano Andrés Roca Rey.
Román bajando y corriéndo la mano con el bravo y encastado quinto |
Los tres
primeros mansos con peligro, donde los
toreros han abreviado después de haber resuelto la papeleta.
En la “segunda”
parte de la función, Manuel Escribano, ha
instrumentado una meritoria faena, pero cuando estaba a punto de finalizar su labor,
el toro se cuela hiriéndole en la parte interna del muslo
izquierdo con una cornada de 25 centímetros, de pronóstico grave, -al terminar la corrida nos enteramos que el torero estaba fuera de peligro- Román finalizó lo que había empezado Manuel Escribano, despachándole de pinchazo y estocada tras dos avisos.
El quinto
de la corrida, ha salido, como el
dicho “no hay 5to malo” Román que había estado valiente con el segundo,
ha
entendido muy bien al quinto ligando una
faena masiva, rotunda rubricada con un espadazo en todo lo alto para cortar
la única oreja de la tarde.
Roca
Rey, que agotó el papel, ha rozado el triunfo, fue silenciado en su primero, superando dificultades del ultimo ha realizado
una faena de mérito, lamentablemente
pinchó, para después dejar una estocada
defectuosa, perdiendo
las orejas, por consiguiente la puerta grande.
Hoy en
XVII del ciclo isisdril, se lidian toros de Alcurrucén para David Mora, Paco
Ureña y Álvaro Lorenzo.
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