4/7/16

De la moña a la castañeta, de ahí a la coleta

Plaza de Almadén, pueblo minero de La Mancha Foto: blog esosviajes

* Sabe Ud. a quién se debe la coleta que vemos hoy en los toreros?

Columna: Retazos Taurinos

por: Eduardo Soto

•Hay una plaza de toros en España que es motivo de curiosidad por su forma y uso a los que se ha destinado. Se trata de la Plaza de Almadén, pueblo minero de La Mancha, que fue construida, a mediados del siglo XVIII, en forma hexagonal.

Esta construcción atípica se debió a la falta de alojamiento y la necesidad de evitar hacinamientos que originaba epidemias, por lo que se construyeron 24 viviendas, las cuales se alquilaban a los mineros y el producto de la renta se dedicaba a la construcción de un Hospital, que serviría para atender sus propias necesidades. La disposición de las viviendas conformó una plaza para la celebración de festejos taurinos y lugar de reunión para la población en general, con capacidad para unas 4.000 personas. La Plaza sirvió un tiempo de hotel y los huéspedes se alojaban en los graderíos y palcos bajos. Almadén y su singular plaza de toros, fue declarado en 2012 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.


EL TRAPÍO

•El trapío es uno de los conceptos taurinos más usados pero menos comprendidos. La acepción engloba múltiples características, no se puede hablar de trapío sin observar la procedencia del toro, la ganadería a la que pertenece e incluso su genética.

El trapío es particular, intentar uniformarlo sería pretender igualar toros, festejos, plazas y públicos. Existen varios trapíos según las exigencias de cada plaza y las posibilidades de cada encaste.

Trapío es armonía nunca arrobas, no son pitones ni hechuras, sino la seriedad del conjunto, la cual puede variar según la forma de acometer del animal, pues un toro aumenta su seriedad con una embestida brava y encastada, lo que modificaría su trapío de manera positiva.


LA COLETA


Öleo: Paco Sanz - BLOG: reflexionesdemanuel

•A inicios del toreo a pie, se estilaba el cabello largo recogido sobre la nuca por medio de una redecilla, que hacía las veces de almohadilla protectora de los golpes producidos por las frecuentes caídas.

Al ponerse de moda el pelo corto, los toreros pasaron a utilizar una especie de gran moña formada por lazos y sedas, sujeta a un mechón de pelo trenzado que descendía desde la coronilla y que en la vida diaria enrollaban y sujetaban sobre los restantes cabellos. La moña fue reemplazada por la llamada castañeta, casquete semiesférico atado a una coleta que llegaba hasta la parte posterior del cuello.

Pero Belmonte, quien no solo introdujo una nueva forma de torear, sino que al resultarle incómodas castañeta y coleta, se la mandó a cortar, a pesar de que se consideraba parte consustancial del torero y solo se la cortaban en la ceremonia de retiro. La acción del trianero fue imitada por los toreros de la época, menos por Joselito, que fue enterrado con ella.



EL PALCO DEL PRINCIPE EN SEVILLA



Foto: porsolea.com

•En la fachada interior de la Maestranza de Sevilla, se completó en 1765 el Palco del Príncipe, realizado para el Infante de España, Don Felipe de Borbón. Este lugar de honor tiene dos cuerpos: El Palco propiamente dicho, del uso exclusivo de la familia real y la puerta de acceso a la plaza, por donde salen los toreros triunfadores que hayan cortado tres orejas en la tarde y es famosa en todo el orbe taurino como la Puerta del Príncipe.

Los entendidos dicen que se han reblandecido mucho los criterios para la concesión de orejas en la Maestranza, pues los públicos ahora se componen, en buena medida, de turistas y espectadores esporádicos, muy inclinados a usar el pañuelo como símbolo de su participación plena en una tarde de toros, sin que la calidad de la faena les importe mayor cosa y una autoridad taurina que, por diversas razones, es cada vez más complaciente. En consecuencia la Puerta del Príncipe ya no significa lo mismo que antes.




•Actualmente, muchas veces es el propio matador quien se encarga de parar a sus toros de salida, pero no todos saben cómo hacerlo de manera correcta. Hoy día, cuando lamentablemente se presentan tantos toros escasos de casta, abantos y corretones, hace más falta que nunca subalternos que con experiencia y sabiduría paren los toros y templen sus acometidas iniciales, para facilitar el ulterior lucimiento de su matador. Pero parece que ya no se apreciara esta parte de la lidia y, en consecuencia, corre el peligro de irse desdibujando paulatinamente. ¿No les parece?

Eduardo Soto

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