Diarios españoles lamentan la desaparición física de Francisco Cano "Canito" Foto: Manolete, herido en Linares. CANO - elmundo.es
por: César Omaña
Director de venezuelataurina.com
**** Reseña de El País
Muere Canito, fotógrafo que retrató a Manolete y Ava Gardner
Francisco Cano Lorenza, 'Canito' de 103 años, fue premiado con el Nacional de Tauromaquia en 2014 tras 70 años en activo
Antonio Lorca
Madrid 27 JUL 2016 - 21:10 CEST
Francisco Cano Lorenza 'Canito', en 2013. ATLAS
El decano de los fotógrafos taurinos españoles, el alicantino Francisco Cano Lorenza, Canito, de 103 años, ha fallecido en la madrugada de este miércoles a causa de un infarto cerebral. Canito se encontraba ingresado desde hacía varias semanas en la residencia de las Hermanitas de los Desamparados de Llíria (Valencia), aquejado de una neumonía, y en todo momento ha estado acompañado por sus hijos, Vicente, Paco y Remedios, además de las dos hijas que tuvo en su segundo matrimonio, Isabel y Amparo. Con ellas vivía desde el fallecimiento de su segunda esposa.
La capilla ardiente será instalada en la plaza de toros de Valencia, y permanecerá abierta durante todo el día de hoy. Mañana, jueves, los restos mortales de Canito darán la última vuelta al ruedo al anillo del coso de la calle Játiva. Posteriormente, se oficiará una misa funeral en la parroquia de San Andrés y, a continuación, sus restos serán incinerados en la capital valenciana.
Canito recibió en 2014 el premio Nacional de Tauromaquia, tras 70 años en activo, en los que fotografió a todas las figuras del mundo taurino, desde espectadoras como la actriz Ava Gadner a figuras como Manolete.
Con su muerte desaparece un personaje fundamental en la historia de la tauromaquia desde la Guerra Civil hasta la actualidad, pues hasta hace pocos meses era habitual verlo en las puertas de cuadrillas y callejones de las principales ferias españolas. Sus cámaras captaron momentos trascendentales de la fiesta de los toros —el más importante de todos, la herida mortal que sufrió Manolete en la plaza de Linares—, y retratos de las personalidades más relevantes del cine y la vida social internacional.
Manolete, tras la cogida que le causaría la muerte en 1947 en la plaza de Linares.
Manolete, tras la cogida que le causaría la muerte en 1947 en la plaza de Linares. FRANCISCO CANO
Por ello, acertó el jurado que le concedió el premio Nacional de Tauromaquia al considerar que era "una antología gráfica de todos los hitos y manifestaciones de la Fiesta, y una fuente documental e histórica indispensable para cuantos quieran estudiar los valores culturales y humanos que integran el patrimonio del arte del toreo".
Canito, un hombre pegado día y noche a una cámara, no triunfó vestido de luces, como hubiera sido su deseo, pero lo hizo al lado de los más grandes —siempre con su gorrilla blanca, su baja estatura y su predilección por el arroz de su tierra alicantina y las señoras como señales de identidad—, testigo privilegiado y creador de imágenes que han conformado la historia de los toros desde los años cuarenta. El pasado 18 de diciembre cumplió 103 años. Ya no se le veía en las tardes de toros más importantes, pero su obra es un impresionante y, dicen, desordenado archivo, una enciclopedia viviente que refleja no solo el devenir de la fiesta de los toros, sino lo más granado de la vida social.
Fue fotógrafo de cabecera, confidente y amigo de las más sobresalientes figuras del toreo de los años cuarenta en adelante, se relacionó con lo más destacado del artisteo nacional y extranjero, pudo presumir de haber tenido a Ava Gadner entre sus brazos, de haber llorado a Manolete más que a su propio padre, según su propia confesión, y de emborracharse con el Nobel Hemingway por las calles de Pamplona en las fiestas de San Fermín.
Nació Francisco Cano en Alicante en 1912. Fue profesor de natación en el balneario que regentaba su padre. Probó fortuna, después, como boxeador en el peso mosca, y, más tarde, como torero, que era —así lo ha reconocido— su verdadera vocación. Toreó varios años sin caballos y debutó con picadores en 1941, en la plaza de Puertollano.
Su amigo Gonzalo Guerra Banderas, que lo ayudó durante la Guerra Civil escondiéndolo en su casa de Madrid, fue el que lo introdujo en la fotografía cuando Canito se convenció de que sus condiciones como torero no le permitirían alcanzar el estrellato soñado. Una Brownie y una Leica fueron sus primeras máquinas, y con ellas se estrenó junto a los toreros más conocidos de la posguerra, como Pepe Luis Vázquez, Domingo Ortega y Luis Miguel Dominguín. Colaboró con las publicaciones taurinas más importantes de la época, pero Canito presumió siempre de ser un freelance, amante de la independencia y la libertad profesional.
La fama le llegó de manera casual cuando en agosto de 1947 se presentó en Linares, donde Luis Miguel Dominguín lo había citado para saldar un reportaje pendiente. En aquella plaza se encontró con Islero, el toro de Miura, y Manolete, la dramática cogida, la agonía y la muerte del torero más importante de aquellos años. Las fotos de Canito sobre el momento de la cornada y del cuerpo amortajado del diestro cordobés dieron la vuelta al mundo y le granjearon popularidad y prestigio.
Sofía Loren
Vendrían después sus escarceos profesionales con actrices de la talla de Sofía Loren y Ava Gadner, y sus amistosas relaciones con personajes de la época como Orson Welles, Gina Lollobrigida, Charlton Heston, Gary Cooper, Debora Kerr, Bing Crosby, Cantinflas, Grace Kelly, Raniero de Mónaco, Ortega y Gasset, José María Cossío o el propio Francisco Franco, al que retrató en varias cacerías junto a Luis Miguel Dominguín.
Pero lo que, de verdad, vino después fue su constante presencia en las ferias más importantes de España y América año tras año. Su gorrilla blanca y su cámara al hombro fueron el santo y seña de una larguísima etapa del toreo. En sus miles y miles de negativos está reflejada la historia de la fiesta de los toros de los últimos setenta años; la suerte, la gloria, el fracaso y la vida, a fin de cuentas, de figuras grandes y de otras muchas que nunca llegaron a serlo.
Canito ha sido el representante de una estirpe de grandes fotógrafos que se sentían toreros desde el objetivo de sus cámaras en blanco y negro. Un torero de paisano, pero torero de los pies a la cabeza. Un artista, un profesional, un maestro al que, cumplido ya el centenar de años, se le hizo cumplida justicia con el premio Nacional de Tauromaquia.
**** Reseña del Diario La Informacion
Fallece a los 103 años el histórico fotógrafo alicantino Francisco Cano 'Canito'
La capilla ardiente será instalada en la plaza de toros de Valencia y permanecerá abierta durante todo el día. Canito pasó a la historia por ser el único en captar la muerte en directo de Manolete en la plaza de toros de Linares en 1947
informacion.es 27.07.2016 | 10:44
El fotógrafo Francisco Cano cuando estaba a punto de cumplir 102 años
Fallece a los 103 años el histórico fotógrafo alicantino Francisco Cano 'Canito'
El decano de los fotógrafos taurinos españoles Francisco Cano Lorenza "Canito" ha fallecido esta madrugada en Valencia a los 103 años de edad a consecuencia de un infarto cerebral, que le ha mantenido en estado crítico los últimos tres días, han informado a Efe fuentes familiares.
Canito se encontraba ingresado desde hacía un mes en la residencia de las Hermanitas de los Desamparados de Llíria (Valencia), donde finalmente ha fallecido, acompañado en todo momento por sus hijos: Vicente, Paco y Remedios, además de las dos hijas que tuvo en su segundo matrimonio, Isabel y Amparo.
Según las mismas fuentes la capilla ardiente será instalada en la plaza de toros de Valencia, y permanecerá abierta durante todo el día de hoy.
Mañana está previsto que los restos mortales de Canito den la última vuelta al ruedo al anillo del coso de la calle Játiva. Posteriormente se celebrará una misa funeral por su alma en la parroquia de San Andrés y a continuación sus restos serán incinerados en la capital valenciana.
Francisco Cano "Canito" (Alicante, 1912) fue todo un referente en la historia de la fotografía taurina española. Con más de 50 años en activo, Canito pasó a la historia por ser el único en captar la muerte en directo de Manolete en la plaza de toros de Linares en 1947, además de codearse con las principales figuras del toreo de la época y otras celebridades nacionales e internacionales.
Acompañado de su cámara y su inseparable gorrilla blanca, Canito era todo un habitual en los callejones de las grandes ferias. Allí donde había un acontecimiento taurino, allí se encontraba el incombustible Canito, que siguió trabajando hasta bien cumplidos los 100 años.
Fruto de toda una vida dedicada a la fotografía y al mundo el toro, "Canito" recibió en 2014 el Premio Nacional de Tauromaquia.
El jurado consideró que su trabajo es "una antología gráfica de todos los hitos y manifestaciones" de la Fiesta, así como "una fuente documental e histórica indispensable para cuantos quieran estudiar los valores culturales y humanos que integran el patrimonio del arte del toreo".
*** Diario El Mundo
Francisco Cano Lorenza 'Canito'
Muere a los 103 años el mítico fotógrafo taurino 'Canito'
Canito fotografiado en su casa de Valencia en el año 2015. JOSÉ AYMÁELMUNDO
El fotógrafo era uno de los referentes tras 70 años de trayectoria
EFEMadrid
28/07/2016 09:44
El mítico fotógrafo Francisco Cano Lorenza 'Canito', de 103 años de edad, ha fallecido la madrugada de este miércoles. No han trascendido los motivos de su muerte aunque estaba ingresado recuperándose de una neumonía.
Desde hacía 15 días, el fotógrafo se encontraba en la residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de la localidad valenciana de Llíria donde recibía todo tipo de cuidados y era visitado a diario por la familia. El pasado año perdió a su segunda esposa en un trágico accidente.
A Francisco Cano, 'Canito', decano de los fotógrafos taurinos, se le recordará por haber inmortalizado con su cámara la muerte de Manolete en Linares, una imagen con la que logró su mayor éxito profesional, aunque la llevó también siempre en lo más profundo de su corazón por la pérdida de "un gran amigo".
"Yo quería mucho a Manolete. Creo que lloré mucho menos la muerte de mi padre que la suya", reconoció 'Canito' en una entrevista con EFE con motivo de la publicación del libro de imágenes inéditas Mitos de Cano, en noviembre de 2009.
Premio Nacional de Tauromaquia 2014
En el mismo mes, pero de 2014, justo antes de cumplir 102 años, fue galardonado con el Premio Nacional de Tauromaquia, al considerar el jurado que su trabajo es "una antología gráfica de todos los hitos y manifestaciones" de la Fiesta, así como ""una fuente documental e histórica indispensable para cuantos quieran estudiar los valores culturales y humanos que integran el patrimonio del arte del toreo".
Dos millones de instantáneas disparadas y cientos de plazas de todas las categorías son el legado de más de 70 años consagrados a la fotografía taurina de 'Canito'.
Nacido en 1912 en el alicantino barrio de La Goteta, sus primeras experiencias profesionales fuero como torero, entre 1939 y 1943, y como boxeador , hasta que se metió en los callejones de las plazas a hacer fotos al resto de toreros e inmortalizarles con sus instantáneas.
Fue el desaparecido diestro Alejandro Montani, 'El sol de Perú', el primero que le encargó varias docenas de fotos y quien le hizo ver que de eso debía vivir.
Otros toreros empezaron a llamarle para que inmortalizase sus faenas, entre ellos figuras como Pepe Luis Vázquez, Manolete, los Bienvenida, los Dominguines o los Ordóñez.
Pretendiente de Ava Gadner
Su cámara no sólo ha retratado a los grandes toreros de la época, sino a personalidades como Orson Welles, Ernest Hemingway, Sofía Loren, la emperatriz Soraya o Ava Gardner, esta última "la mujer más guapa del mundo", con quien se ponía "morado" de anís y coñac en el callejón de las plazas pero a quién nunca se atrevió a declararse, contó el fotógrafo.
Sin embargo, a pesar de haber fotografiado a estos personajes, aseguraba que su mejor fotografía es aquella que muestra los momentos posteriores a la cogida de Manolete, cuando se lo llevan a la enfermería y le taponan la herida.
Aquella tarde de desgracia fue la más emocionante de su carrera, pero también el día más catastrófico de su vida, porque perdió "a un gran amigo", explicaba.
Fue Luis Miguel Dominguín a quien se debió que aquella tarde del 29 de agosto de 1947 todo el mundo viera la cogida mortal de Manolete, fallecido en la madrugada del día siguiente, ya que le había pedido que acudiera a acompañarle a Linares (Jaén) "para terminar de cerrar un asunto".
Cano desveló también que su valor con la cámara le viene de saber, como torero, lo que se siente al estar delante de un toro, algo que le permitió sacar la foto en el momento justo.
En marzo de 2008 fue homenajeado como Socio de Honor del Club Internacional Taurino de Madrid, en reconocimiento a su extensa carrera ligada al mundo del toro.
Referente de la fotografía taurina
En la presentación de su libro Mitos de Cano explicaba que recordaba cada detalle de una larga vida dedicada a capturar con su cámara los matices del mundo del toro.
Otro aspecto fundamental es la conexión directa de 'Canito' con la fiesta y su carácter jovial que le permitieron, desde el inicio de su carrera, ser considerado como parte integrante del mundo de los toros.
Francisco Cano y su archivo se han convertido en referentes imprescindibles en la historia de la fotografía taurina española. Dos millones de instantáneas disparadas y cientos de plazas de todas las categorías dan idea de las dimensiones de su archivo. En total más de setenta años consagrados a la fotografía taurina.
De su jubilación como fotógrafo dijo: "No pienso dejarlo hasta que el de arriba quiera. Pero, cuando me toque, que no me haga sufrir, que me pegue una estocada y, sin puntillas, que doble".
Manolete, herido en Linares. CANO
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