Colombia taurina merece respeto a su cultura

Sábado 18 de Mayo en San Cristóbal


Bono de colaboración desde 10 $ en: Asogata, 
Escuela Taurina César Faraco: Plaza Monumental, Pueblo Nuevo  
Restaurante Miura: Calle 18 con carr. 20, San Cristóbal 
Contacto: 0412 658 4112

14/5/16

Tovar: Talento, Tradición y Tauromaquia

Iván Vivas (izq): Promotor cultural y relacionista nato junto a otro excelente representante del gentilicio tovareño: Luis Vicente León, y sus contundentes estudios de opinión en Datanálisis Foto: Twitter

por: Eduardo Soto

Tovar se ha caracterizado por la capacidad artística e intelectual de sus hijos y su larga tradición taurina, pues su Feria de la Virgen de Regla se celebra desde hace diecisiete décadas y es la más antigua del país.

No en vano en las riberas del Mocotíes se asentaron las culturas indígenas más avanzadas del territorio y su Valle de atrayente paisaje, con montañas, lagunas y páramos, es marco propicio para una laboriosa población, que sabe disfrutar de las manifestaciones culturales y respetar sus tradiciones.

A pesar que desde hace muchos años no vivo en Tovar de manera permanente, voy a atreverme a echar un rápido vistazo al talento actual que, a pesar de todo lo que le (y nos) acontece, sigue proporcionando buenos ejemplos que conjugan creación artística y afición taurina.


Artistas en la pintura y escultura

Tovar se ha caracterizado por la capacidad artística e intelectual de sus hijos y su larga tradición taurina, pues su Feria de la Virgen de Regla se celebra desde hace diecisiete décadas y es la más antigua del país.

No en vano en las riberas del Mocotíes se asentaron las culturas indígenas más avanzadas del territorio y su Valle de atrayente paisaje, con montañas, lagunas y páramos, es marco propicio para una laboriosa población, que sabe disfrutar de las manifestaciones culturales y respetar sus tradiciones.

A pesar que desde hace muchos años no vivo en Tovar de manera permanente, voy a atreverme a echar un rápido vistazo al talento actual que, a pesar de todo lo que le (y nos) acontece, sigue proporcionando buenos ejemplos que conjugan creación artística y afición taurina.

Pidiendo de antemano excusas por las omisiones en que seguramente incurriré, quisiera señalar que al hablar de estos temas viene de inmediato al espíritu Martín Morales, nuestro pintor y escultor, cuyo arte combina admirablemente paisaje y cinética. Complace ver a Martín y Marina, su esposa, taurinos de fuste, ocupar religiosamente sus barreras en el Coliseo del pueblo en las ferias septembrinas y escuchar sus acertados comentarios al final de los festejos.

Otro digno representante de la escuela tovareña de pintura es Jesús Guerrero, a quien conocí hace unos años en las afueras de la Monumental de Las Ventas, cuando se disponía a presenciar por vez primera una corrida en la madrileña catedral del toreo. Como persona familiarizada con el arte, quedaría con el gusanillo de la afición, aunque no siempre las plazas sin música son las más propicias para lograr tal efecto.

Otros artistas también aficionados son Leomar Alarcón y Alfredo Salazar, homónimo de un amigo, conocido músico tovareño fallecido hace unos años, cuyo entierro, por propia voluntad, se realizó al compás de ritmos populares.

Por cierto, cuando trabajaba en la República Popular China, hace más de veinte años, tuve oportunidad de celebrar nuestro Día Nacional con una exhibición de pintura y tallas de artistas de nuestro pueblo, montada en un importante Museo de Beijing y entre los expositores se encontraban Martín, Jesús e Iván Quintero, otro de nuestros pintores aficionados taurinos.

La Exhibición constituyó motivo de sano orgullo patrio, en particular para el infrascrito, pues fue en verdad satisfactorio escuchar al Ministro de Cultura de China, referirse en términos elogiosos a la Escuela de Pintura de Tovar al inaugurar la muestra.

En referencia a nuestros escultores con veta taurina, encontramos a Ricardo Márquez Perozo, cuyos interesantes toros de bronce o resina, se pueden apreciar a la salida de la plaza y han constituido apropiado galardón para triunfadores de la Feria de Tovar.

También recordamos a Iván Ramírez, sobrino de Nerio Ramírez, El Tovareño, y primo de Rafael Orellana, ambos destacados diestros nativos del terruño, el primero ya retirado y padre del segundo, porta estandarte de la torería nacional. Iván es autor de la escultura de Nerio, primer torero tovareño doctorado en España, la cual se puede disfrutar en las afueras de nuestro Coliseo.

No podríamos dejar de mencionar a Rómulo Contreras, pintor, escultor y artista tovareño que tiene el mayor número de obras que pueden admirarse en vías públicas, accesos y espacios internos de institutos de educación superior del país, en especial de los Andes y Lara, donde sirven de inspiración a nuestra juventud universitaria. Rómulo es aficionado que concurre asiduamente a festejos taurinos e incluso tiene algunas acciones en la Monumental de Mérida.


Talento tovareño en las letras

En una disciplina diferente de las artes, tenemos al paisano Nilsón Guerra, periodista, investigador, taurómaco, de extensa obra publicada y conocedor a fondo de la historia tovareña y de nuestras fiestas patronales. Nilsón es comentarista, conferencista y, además, ha sido miembro de varias misiones de observación electoral de la OEA. Sus dotes de organizador lo han llevado a ocupar posiciones importantes dentro del asociativismo taurino, en la defensa activa de la Fiesta Brava y en fundaciones dedicadas a la promoción cultural, científica, y académica.

También encontramos al Profesor Henry Ramírez, distinguido educador, cultivador de las letras quien ha descollado, en particular, en literatura costumbrista tovareña, materia sobre la cual viene desarrollando una muy interesante obra. El Profesor, aparte de una valiosa labor cumplida en la formación de nuestras nuevas generaciones, suele asistir a festejos taurinos y participó con entusiasmo en la reciente velada poética dedicada a la Fiesta Brava.

En otro sendero, destaca Iraide Gandara, próxima a completar su grado en Arte, mención Fotografía, de la Universidad de Los Andes (ULA), quien se distingue por sus trabajos de fotografía artística sobre temas taurinos.



Artistas en la poesía

El Primer Recital de Poesía Taurina, que tuvo lugar a fines de abril pasado, se debe a la feliz iniciativa de la peña taurina El Encuentro y fue convocado como parte de la celebración de sus seis años de existencia. Siempre es agradable ver a sus miembros organizarse en la plaza, todos con su indumentaria característica y su impecable comportamiento cívico taurino. Alguna vez hemos quedado en localidades vecinas y ha sido grato y útil intercambiar comentarios sobre lo que está aconteciendo sobre la arena. Vaya para su plana directiva y sus miembros mi enhorabuena y las palabras de estímulo para que no desmayen en su fructífera labor.

El Recital tuvo lugar en el Museo Histórico Taurino de Tovar, sito en los predios de nuestro Coliseo. Allí se reunieron más de medio centenar de aficionados taurinos, entre los cuales quisiera mencionar a cuatro de la Comisión Taurina de Mérida: Miguel Rondón, Eugenio Salas, Francisco de John y Carlos Rosales, quienes se trasladaron expresamente desde la capital del Estado para asistir al acto, lo cual marca evidente contraste con la actitud de la Comisión Taurina tovareña, pues siendo local, Silvio Peña fue el único que asistió a la velada.

Tomaron parte activa en el Recital: Don Ricardo Mencías, mentor de toreros; el Profesor Henry Ramírez antes mencionado; el aficionado práctico Germán Rosales, conocedor y conocido taurófilo; Francisco de John, taurómaco, escritor taurino y ducho en asuntos legales ligados a la Fiesta Brava y Eugenio Salas, uno de los veteranos aficionados más versados del país. Además, leyeron obras de su propia cosecha Javier Gandara, Flor Palma, Eda Teguedor y Luis Rosales, joven poeta y alumno de la Escuela Taurina tovareña.


Impulsores de la cultura taurina: Peña El Encuentro

Actos de esta naturaleza resaltan que arte y tauromaquia van al alimón y su celebración debería programarse con regularidad, al igual que los concursos infantiles de dibujo taurino, que la Peña El Encuentro organiza, desde hace unos años, conjuntamente con la Fundación Girón.

El Museo Histórico Taurino de Tovar, también iniciativa de la Peña, inaugurado en 2012 y cuya sede ahora le ha sido cedida en comodato por cincuenta años, es el cuarto en su género en Venezuela y tercero de la región andina. Abriga más de trecientas piezas de colección que recogen la historia de la tauromaquia de la Sultana del Mocotíes y contribuye a reafirmar que en Los Andes se encuentra el epicentro donde palpita el genuino sentimiento taurino del país.



Deportistas de renombre internacional

Quisiera hacer ahora referencia a otro tovareño, Johan Santana, deportista profesional de élite e insigne artista del picheo, quien brilló en el béisbol de Grandes Ligas y obtuvo por dos veces el máximo trofeo para un lanzador. El paisano, además de filántropo, como buen tovareño, es taurino de calibre y me atrevería a decir que quizás, al menos en los últimos tiempos, ostenta también el record del aficionado a quien más veces le han brindado un toro en los ruedos venezolanos.


Una Familia destacada y en especial: Iván Vivas

Para concluir, no es posible hablar de arte y tauromaquia, sin mencionar una familia tovareña, emblemática en estos menesteres: Los Vivas Zambrano.

Empezaremos por la hija adolescente, estudiante de piano y de bel canto, entusiasta de las corridas de toros, hasta que la arbitrariedad truncó, por ahora, su incipiente afición, al prohibir la entrada de menores a la plaza, así vayan acompañados de sus padres.

La señora de la casa, Yessika Zambrano, magna cum laude en Arte de la ULA y destacada profesional, cuyo quehacer artístico abarca pintura, serigrafía, tejido e instalaciones, obras efímeras (como la tauromaquia) concebida para un lugar específico. Sus trabajos han sido exhibidos en diferentes galerías del país, México, Europa y Estados Unidos y su afición se pone de manifiesto todas las tardes de feria, a las que asiste con manojos de claveles para premiar buenas faenas.

Así llegamos al señor de la casa, Iván Vivas, mi amigo de toda la vida, nos iniciamos en las novilladas de la feria tovareña y emprendimos juntos la primera andadura taurina importante fuera del terruño, al viajar en 1960 a Maracay para el debut de Paco Camino en Venezuela.

Unos años más tarde estudiando en la capital, asistíamos con regularidad a los festejos del nuevo Circo de Caracas, en donde se concretó una idea de Iván, al presentarse por vez primera la desaparecida Peña Tovar Taurino, con ocasión del mano a mano de César Girón y Pepe Cáceres, en la inicial Corrida de la Prensa en 1964.

Iván no siguió estudios formales para lograr un título universitario, pero continuó con toda dedicación y perseverancia su vocación por el arte, se relacionó con lo más granado de los artistas e intelectuales del país y mantiene correspondencia con muchos del exterior.

Es promotor cultural, relacionista nato y su don de gentes lo ha llevado a ser el primer anfitrión de Tovar, pues en su casa, que rebosa de arte y de hospitalidad, recibe frecuentes visitas de artistas, intelectuales y amigos, lo que da pie para amenas e interesantes tertulias, que a veces se prolongan hasta el filo de la madrugada.

Por muchos años fue pieza clave en la desaparecida fundación La Ruta del Arte, concebida por Cruz Diez, y su labor en pro de la cultura, ha sido reconocida a nivel nacional. Fue miembro del Consejo Directivo del Museo Jesús Soto de Ciudad Bolívar, de quien era gran amigo y compañero de andanzas artísticas y taurinas.

Recientemente, en una lujosa instalación hotelera aledaña a Tovar, se inauguró un Salón de Exposiciones de Arte, que fue acertada y meritoriamente bautizada con su nombre.

Ahora, ya conocen por qué no hubiera podido terminar estas notas sin mencionar a Iván Vivas pero, además, su valiosa cooperación fue indispensable para que alcanzaran una extensión tan inusual este escrito.

Eduardo Soto,

Tovareño de antaño, hablando sobre hogaño.
12 de Mayo de 2016

Pidiendo de antemano excusas por las omisiones en que seguramente incurriré, quisiera señalar que al hablar de estos temas viene de inmediato al espíritu Martín Morales, nuestro pintor y escultor, cuyo arte combina admirablemente paisaje y cinética. Complace ver a Martín y Marina, su esposa, taurinos de fuste, ocupar religiosamente sus barreras en el Coliseo del pueblo en las ferias septembrinas y escuchar sus acertados comentarios al final de los festejos.

Otro digno representante de la escuela tovareña de pintura es Jesús Guerrero, a quien conocí hace unos años en las afueras de la Monumental de Las Ventas, cuando se disponía a presenciar por vez primera una corrida en la madrileña catedral del toreo. Como persona familiarizada con el arte, quedaría con el gusanillo de la afición, aunque no siempre las plazas sin música son las más propicias para lograr tal efecto.

Otros artistas también aficionados son Leomar Alarcón y Alfredo Salazar, homónimo de un amigo, conocido músico tovareño fallecido hace unos años, cuyo entierro, por propia voluntad, se realizó al compás de ritmos populares.

Por cierto, cuando trabajaba en la República Popular China, hace más de veinte años, tuve oportunidad de celebrar nuestro Día Nacional con una exhibición de pintura y tallas de artistas de nuestro pueblo, montada en un importante Museo de Beijing y entre los expositores se encontraban Martín, Jesús e Iván Quintero, otro de nuestros pintores aficionados taurinos.

La Exhibición constituyó motivo de sano orgullo patrio, en particular para el infrascrito, pues fue en verdad satisfactorio escuchar al Ministro de Cultura de China, referirse en términos elogiosos a la Escuela de Pintura de Tovar al inaugurar la muestra.

En referencia a nuestros escultores con veta taurina, encontramos a Ricardo Márquez Perozo, cuyos interesantes toros de bronce o resina, se pueden apreciar a la salida de la plaza y han constituido apropiado galardón para triunfadores de la Feria de Tovar.

También recordamos a Iván Ramírez, sobrino de Nerio Ramírez, El Tovareño, y primo de Rafael Orellana, ambos destacados diestros nativos del terruño, el primero ya retirado y padre del segundo, porta estandarte de la torería nacional. Iván es autor de la escultura de Nerio, primer torero tovareño doctorado en España, la cual se puede disfrutar en las afueras de nuestro Coliseo.

No podríamos dejar de mencionar a Rómulo Contreras, pintor, escultor y artista tovareño que tiene el mayor número de obras que pueden admirarse en vías públicas, accesos y espacios internos de institutos de educación superior del país, en especial de los Andes y Lara, donde sirven de inspiración a nuestra juventud universitaria. Rómulo es aficionado que concurre asiduamente a festejos taurinos e incluso tiene algunas acciones en la Monumental de Mérida.


Talento tovareño en el arte de escribir

En una disciplina diferente de las artes, tenemos al paisano Nilsón Guerra, periodista, investigador, taurómaco, de extensa obra publicada y conocedor a fondo de la historia tovareña y de nuestras fiestas patronales. Nilsón es comentarista, conferencista y, además, ha sido miembro de varias misiones de observación electoral de la OEA. Sus dotes de organizador lo han llevado a ocupar posiciones importantes dentro del asociativismo taurino, en la defensa activa de la Fiesta Brava y en fundaciones dedicadas a la promoción cultural, científica, y académica.

También encontramos al Profesor Henry Ramírez, distinguido educador, cultivador de las letras quien ha descollado, en particular, en literatura costumbrista tovareña, materia sobre la cual viene desarrollando una muy interesante obra. El Profesor, aparte de una valiosa labor cumplida en la formación de nuestras nuevas generaciones, suele asistir a festejos taurinos y participó con entusiasmo en la reciente velada poética dedicada a la Fiesta Brava.

En otro sendero, destaca Iraide Gandara, próxima a completar su grado en Arte, mención Fotografía, de la Universidad de Los Andes (ULA), quien se distingue por sus trabajos de fotografía artística sobre temas taurinos.

El Primer Recital de Poesía Taurina, que tuvo lugar a fines de abril pasado, se debe a la feliz iniciativa de la peña taurina El Encuentro y fue convocado como parte de la celebración de sus seis años de existencia. Siempre es agradable ver a sus miembros organizarse en la plaza, todos con su indumentaria característica y su impecable comportamiento cívico taurino. Alguna vez hemos quedado en localidades vecinas y ha sido grato y útil intercambiar comentarios sobre lo que está aconteciendo sobre la arena. Vaya para su plana directiva y sus miembros mi enhorabuena y las palabras de estímulo para que no desmayen en su fructífera labor.

El Recital tuvo lugar en el Museo Histórico Taurino de Tovar, sito en los predios de nuestro Coliseo. Allí se reunieron más de medio centenar de aficionados taurinos, entre los cuales quisiera mencionar a cuatro de la Comisión Taurina de Mérida: Miguel Rondón, Eugenio Salas, Francisco de John y Carlos Rosales, quienes se trasladaron expresamente desde la capital del Estado para asistir al acto, lo cual marca evidente contraste con la actitud de la Comisión Taurina tovareña, pues siendo local, Silvio Peña fue el único que asistió a la velada.

Tomaron parte activa en el Recital: Don Ricardo Mencías, mentor de toreros; el Profesor Henry Ramírez antes mencionado; el aficionado práctico Germán Rosales, conocedor y conocido taurófilo; Francisco de John, taurómaco, escritor taurino y ducho en asuntos legales ligados a la Fiesta Brava y Eugenio Salas, uno de los veteranos aficionados más versados del país. Además, leyeron obras de su propia cosecha Javier Gandara, Flor Palma, Eda Teguedor y Luis Rosales, joven poeta y alumno de la Escuela Taurina tovareña.

Actos de esta naturaleza resaltan que arte y tauromaquia van al alimón y su celebración debería programarse con regularidad, al igual que los concursos infantiles de dibujo taurino, que la Peña El Encuentro organiza, desde hace unos años, conjuntamente con la Fundación Girón.

El Museo Histórico Taurino de Tovar, también iniciativa de la Peña, inaugurado en 2012 y cuya sede ahora le ha sido cedida en comodato por cincuenta años, es el cuarto en su género en Venezuela y tercero de la región andina. Abriga más de trecientas piezas de colección que recogen la historia de la tauromaquia de la Sultana del Mocotíes y contribuye a reafirmar que en Los Andes se encuentra el epicentro donde palpita el genuino sentimiento taurino del país.

Quisiera hacer ahora referencia a otro tovareño, Johan Santana, deportista profesional de élite e insigne artista del picheo, quien brilló en el béisbol de Grandes Ligas y obtuvo por dos veces el máximo trofeo para un lanzador. El paisano, además de filántropo, como buen tovareño, es taurino de calibre y me atrevería a decir que quizás, al menos en los últimos tiempos, ostenta también el record del aficionado a quien más veces le han brindado un toro en los ruedos venezolanos.

Para concluir, no es posible hablar de arte y tauromaquia, sin mencionar una familia tovareña, emblemática en estos menesteres: Los Vivas Zambrano.

Empezaremos por la hija adolescente, estudiante de piano y de bel canto, entusiasta de las corridas de toros, hasta que la arbitrariedad truncó, por ahora, su incipiente afición, al prohibir la entrada de menores a la plaza, así vayan acompañados de sus padres.

La señora de la casa, Yessika Zambrano, magna cum laude en Arte de la ULA y destacada profesional, cuyo quehacer artístico abarca pintura, serigrafía, tejido e instalaciones, obras efímeras (como la tauromaquia) concebida para un lugar específico. Sus trabajos han sido exhibidos en diferentes galerías del país, México, Europa y Estados Unidos y su afición se pone de manifiesto todas las tardes de feria, a las que asiste con manojos de claveles para premiar buenas faenas.

Así llegamos al señor de la casa, Iván Vivas, mi amigo de toda la vida, nos iniciamos en las novilladas de la feria tovareña y emprendimos juntos la primera andadura taurina importante fuera del terruño, al viajar en 1960 a Maracay para el debut de Paco Camino en Venezuela.

Unos años más tarde estudiando en la capital, asistíamos con regularidad a los festejos del nuevo Circo de Caracas, en donde se concretó una idea de Iván, al presentarse por vez primera la desaparecida Peña Tovar Taurino, con ocasión del mano a mano de César Girón y Pepe Cáceres, en la inicial Corrida de la Prensa en 1964.

Iván no siguió estudios formales para lograr un título universitario, pero continuó con toda dedicación y perseverancia su vocación por el arte, se relacionó con lo más granado de los artistas e intelectuales del país y mantiene correspondencia con muchos del exterior.

Es promotor cultural, relacionista nato y su don de gentes lo ha llevado a ser el primer anfitrión de Tovar, pues en su casa, que rebosa de arte y de hospitalidad, recibe frecuentes visitas de artistas, intelectuales y amigos, lo que da pie para amenas e interesantes tertulias, que a veces se prolongan hasta el filo de la madrugada.

Por muchos años fue pieza clave en la desaparecida fundación La Ruta del Arte, concebida por Cruz Diez, y su labor en pro de la cultura, ha sido reconocida a nivel nacional. Fue miembro del Consejo Directivo del Museo Jesús Soto de Ciudad Bolívar, de quien era gran amigo y compañero de andanzas artísticas y taurinas.

Recientemente, en una lujosa instalación hotelera aledaña a Tovar, se inauguró un Salón de Exposiciones de Arte, que fue acertada y meritoriamente bautizada con su nombre.

Ahora, ya conocen por qué no hubiera podido terminar estas notas sin mencionar a Iván Vivas pero, además, su valiosa cooperación fue indispensable para que alcanzaran una extensión tan inusual este escrito.

Eduardo Soto,

Tovareño de antaño, hablando sobre hogaño.
12 de Mayo de 2016

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