la Corte fallará a favor a de que regresen los toros a la Santamaría no por favores y amistades.
tomado de: Burladero América - Por Santiago García Jaramillo / 23 de julio del 2013
Corridas de toros por Cundinamarca, tentaderos en Bogotá, y escasas semanas para que se conozca la sentencia de la Corte Constitucional a la tutela, interpuesta por la Corporación Taurina, que versará única y concretamente sobre el caso de la Santamaría, tienen a los antitaurinos en un laberinto.
Andrea Padilla vocifera por las redes sociales que los tentaderos que se vivieron en la feria agropecuaria son "una afrenta a la Corte Constitucional". Esta Antitaurina, tan docta en prepotencia, le falta bastante criterio y consejo jurídico, y cómo no, conocer lo que tanto critica, porque los tentaderos son una actividad privada, que no tiene los tres tercios de la lidia y por lo tanto no regulados por la Ley Taurina y mucho menos sujeto de las limitaciones de tiempo y lugar que impone la jurisprudencia constitucional.
Por otra parte, como dice la sabiduría popular: "El diablo haciendo hostias", la líder de las firmas para "presionar" a la Corte Constitucional (Que valga la pena recordar NO han sido registradas en el caso, pues en él solo pueden intervenir las partes involucradas, es decir Corporación Taurina y Alcaldía), con su actuar parece buscar que la Corte abandone el respeto a la Ley, a los precedentes, para optar por un concurso de simpatía, acusa de afrentas al máximo Tribunal Constitucional a un grupo que siempre ha sido respetuoso de los órganos judiciales, y que ha respondido a la ilegalidad con la legalidad. Como quien dice: La paja en el ojo ajeno, sin mirar la viga en el propio, señorita Padilla.
Pero los antitaurinos en su desespero aceptaron hoy su derrota por anticipado. Pero en lugar de hacerlo con dignidad, con altura y respeto, lo hacen insultantes como siempre. En declaraciones a la prensa nacional, admitieron que ven improbable un fallo a su favor por parte de la Corte Constitucional, y que en su lugar ven muy posible el regreso de las corridas de toros a la Santamaría, y como justificación esgrimen acusaciones ligeras, sin transfondo, sin mencionar el irrespeto que conllevan, pues insinúan que la decisión será en virtud a que "este magistrado es amigo de aquel, y que aquel ha trabajado con éste".
No señores antitaurinos, ustedes no están al margen de la Ley, respeten las instituciones del país en que viven, respeten la Constitución, y no insulten a quienes no piensan como Ustedes; la Corte fallará a favor a de que regresen los toros a la Santamaría no por favores y amistades, como vilmente insinúan ustedes, sino por el hecho que éstas cuentan con respaldo legal y con más de cinco sentencias constitucionales como precedente a su favor; sentencias que Ustedes tergiversan, desconocen y amañan, desde su líder autoritario, el Alcalde de Bogotá, pasando por concejales, líderes de ONG y ese grupillo de pelafustanes que saltan a las afueras de la Santamaría.
Como recurso para enfrentarse a la legalidad, los antitaurinos piden que los ciudadanos depositen un voto adicional en las próximas elecciones pidiendo el fin de las corridas de toros. En primer lugar, esto no es jurídicamente posible, ni produce efecto jurídico alguno; por favor señores antitaurinos, como les dijo Savater: "Menos arrogancia y más sustancia!"; y por otra parte, si se hiciere, por cumplirle el capricho a estos sujetos, ¿cuánto le costaría a los ciudadanos esta gracia? Contar votos, tabularlos, registrarlos, en fin toda una movilización electoral que cuesta millonadas en un país, donde la pobreza, el desempleo, el hambre y la muerte de SERES HUMANOS, aun resulta escandalosa.
Señores antitaurinos, la sociedad no tiene porqué pagar por su derrota. Aceptamos vivir en un Estado de Derecho, que nos permite la libertad de asistir o no a las corridas de toros, y así muy seguramente lo reafirmará la Corte para el caso de la Santamaría, más bien vuelvan a sus campañas, a sus, al parecer, lucrativos donativos, y prepárense para saltar de nuevo en la calle 26, que están en su derecho mientras lo hagan pacíficamente, mientras en el interior de la Plaza volvemos a escuchar "El Gato Montés" y vibrar con grandes faenas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario