Solo César Girón logró cortar las dos únicas orejas en la segunda de Feria de San José de Maracay. Foto: Gladys Castillo
* Segunda corrida de la Feria de San José 2010
Maracay, especial, por: José Luis Jiménez
Fotos:Gladys Castillo
Se ha celebrado la segunda corrida de la feria de San José, con una asistencia que copó más de media plaza en tarde con tiempo agradable y con un balance escaso de trofeos.
Solo César Girón logró cortar las dos únicas orejas, mientras que el venezolano José Alberto García perdió los trofeos al fallar con la espada: Por su parte, el mexicano Alejandro Amaya se llevó las verrugas del encierro de Los Aránguez, que resultaron toros francamente deslucidos y muy parados en el tercio postrero.
Alejandro Amaya, quien venía por tercera vez a Maracay, en esta ocasión quedó inédito al corresponderle un lote carente de posibilidades para abrazar el triunfo. Ante tal cúmulo de problemas su labor se limitó a las probaturas en saludo capotero y desarrollo de habilidad con la muleta para estar correcto y profesional. Para colmo de males, la espada no fue aliada del mexicano, quien necesitó de muchos viajes al morrillo y utilización del descabello para salir del par de regalitos que hubo de enfrentar.
César Girón ha estado muy bien en sus dos intervenciones, con faenas que fueron de menos a más. Ante el primero de su lote, que se apagó prontamente, estuvo insistente, permitiendo la conexión con el respetable que no se cansó de corear los olés en su honor. Emborronó la primera parte al no saber manejas los aceros por lo que todo quedó en palmas.
Con el quinto de la jornada, se encontró con un buen toro, que sin ser un dechado de virtudes, permitió un buen desempeño por el pitón derecho. Se desplazaba y lo aprovechó al máximo. Muletazos de excelente factura en los medios, sin aburrirse, ante un toro que embestía un tanto descompuesto, pero que no achicó el buen desempeño del nieto del gran César. Mató bien, se le pidieron las dos orejas por su labor, el palco no tardó en concederlas y… todos contentos.
El venezolano José Alberto García ha cubierto dos tramos en la corrida que merecen la atención. Primero, por enfrentarse a un lote idéntico al de sus compañeros de terna, pero que no le hizo bajar el ánimo, a pesar de algunas protestas de inconformes que no entienden cuando se requiere la brevedad antes que aburrir, especialmente si no hay tela donde cortar. Esto sucedió con el primero de su lote, donde afloraron apuestas de los graciosos por quedar otro en el toril para un torero que se le había puesto el tema cuesta arriba por las dos orejas contabilizadas a favor de César Girón. Con semejantes augurios había que jugarse el tipo y eso hizo José Alberto ante el sexto de la tarde, saliendo enrabietado a pelear las palmas sin regateos.
Ha estado muy bien, si se analiza a un joven torero con escasísimas actuaciones de año en año. El toro hubo de seguir el engaño que con suavidad, sometimiento y largos remates le presentaba el torero. Lamentablemente la espada escondió los trofeos que tenía asegurados, pero fue despedido con enorme ovación por el progreso de García evidenciado en esta segunda corrida que cerró la Feria de San José de Maracay.
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