Ejemplar vocación del torero tovareño
Jesús Ramírez "El Tato"
Con la firme intención de reaparecer en su lar nativo ataviado de luces, entrena arduamente en el campo bravo español el matador de toros tovareño Currito Ramírez.
Este espada criollo es de esos profesionales de vocación especial, incansable en la lucha, que no desmaya en su fe y optimismo ante las oportunidades que se le presentan bien sea en ganaderías hispanas o en los festivales del llamado Valle del terror, donde se pone a prueba experiencia, vocación, valor y profesionalismo.
Desde la tarde de la anhelada alternativa en el Coliseo del Llano el 7 de septiembre de 2008, -hace casi 11 años ya- con Ruiz Manuel de padrino y Manuel Escribano de testigo con el toro "músico" número 191 con 469 kilos con el hierro de San José de Bolívar, Currito Ramírez se trazó nuevos horizontes de lucha en España, donde hace vida profesional con decoro y paciencia.
Precisamente esta semana se dio banquete con bravas vacas en la ganadería de Roció Moreno, propiedad de Florencio Romero en Real de San Vicente, por predios de Talavera de la Reina, con cuatro bravas vacas con trapío y edad, que le permitieron sentirse a gusto con la muleta.
Currito Ramírez que ha saboreado el triunfo convincente en las plazas venezolanas de Tovar, Táriba y San Felipe, es baraja de éxitos para carteles en nuestro país, sobre todo en Tovar, su lar nativo y plaza de la anhelada alternativa donde Currito empezó a labrar sueños de torero.
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