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por: Giovanni Cegarra
En San Cristóbal, Estado Táchira, en circunstancias adversas y atípicas, se dió el ciclo taurino de la LVª Feria Internacional de San Sebastián, lo cumplieron con sobrada gallardía, no dejaron, con todo y las presiones que pudieran tener encima, que fuese cercenado por esos que creen que tienen el derecho de quitarle a un pueblo sus tradiciones, costumbres, hasta la forma de caminar y disfrutar lo que nos gusta.
Gallardo ejemplo tachirense que bien pudieran tomar los de Mérida, donde una decisión gubernamental extemporánea e inconsulta, justo a un mes de su realización, difiere el Carnaval Taurino de América 2019 en el marco de la Lª Feria del Sol, que ya venía de suspensión temporal por parte del Alcalde del Municipio Libertador; el primero en apresurarse y asestar el golpe bajo a las actividades feriales programadas, adelantándose a acontecimientos que de hecho, no se dieron y al que le caiga el guante que se lo plante, duela a quien le duela.
Amigos taurinos y los que no son: Nuestra Fiesta Brava es tan amplia, que al gallardo ejemplo sancristobalense, se sumó la solidaridad de los matadores de toros alternantes en la corrida de toros del sábado 02/02, quienes participaron en la marcha popular convocada para dicho día y en la tarde, torearon en la Monumental de Pueblo Nuevo, lo que pone de manifiesto, que poder es querer; sea cualquier fuese la situación circunstancial y más, cuando se trata de preservar, conservar, mantener vivas nuestras tradiciones, costumbres, aficiones.
Claros estamos que la realidad país es cruda e intolerable, que afecta a todos y en grado extremo a nuestra Fiesta Brava pero ello no implica, que se eche al traste, la idiosincrasia del pueblo, sus costumbres, tradicionales populares, que constituyen el relax en momentos que todos, sin distingos de clase y posición sea política o no, anhelan liberarse del stress, en la medida de sus posibilidades, de esta diatriba e intolerancia económica política que despedaza al país.
San Cristóbal ha dado un gallardo ejemplo, institucional empresarial, en condiciones adversas, exponiendo esfuerzo e inversión, salió adelante, cumplieron y ¿Los de Mérida? ¿Qué tanto esperan y piensan? Eso de que no hay nada qué celebrar, es para los políticos, que de hecho no tienen el derecho de cercenarle al pueblo, el disfrute de una feria tradicional, que llega a sus 50 años de vida, a sabiendas que en ese período de una semana aproximadamente, genera ingresos al Municipio por concepto de impuestos; igualmente, para el sector privado, comercial, turístico, familiar, es factor determinante de reimpulso en estos tiempos de crisis, de la economía local, regional, el tiempo es oro, errar es de humanos, rectificar es de sabios y punto.
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