por: Eduardo Soto Alvarez
Como en la zona donde vivo en Caracas, hemos estado, desde hace más de un mes, sin internet ni teléfono, me he enterado con retraso y sin detalles, de los recientes cambios en la Comisión Taurina de Tovar, mi pueblo natal, donde la Fiesta Brava hizo arraigo, hace más de ciento setenta años.
Como he sido más bien crítico, de quienes han venido ejerciendo la autoridad en nuestro Coliseo de El Llano, siento la obligación de hacer un par de comentarios, sobre lo acontecido recientemente al respecto.
Lo primero que debo decir, es que parece extraño haber hecho tabla rasa con una Comisión Taurina, cuya última actuación pareció ser satisfactorio, lo que hace pensar que su defenestración, total y de un solo plumazo, haya podido obedecer a otros motivos, los cuales por ahora solo puedo intuir.
Las nuevas autoridades tienen mucho a su favor, pero la coyuntura es difícil. No obstante, sus conocimiento y experiencia colectivos, van a ser especialmente útiles, para el cabal desempeño de sus responsabilidades.
Eugenio Salas, sabe de toros, de los entresijos de la Fiesta Brava y su larga trayectoria es buen augurio. Roger Barón, es un taurino de fuste, estudioso y serio, que vuelve al Palco Presidencial. A Manuel Belandria, Juan Carlos Escalante y Luis Maldonado, no los conozco personalmente, pero estoy al tanto de su condición de buenos aficionados, que han estado ligados, por años y por distintas vías, al quehacer taurino del terruño.
Mi objeción inicial a la nueva Comisión Taurina, es su número de miembros, pues siempre he considerado que tres es suficiente, pero esta es una circunstancia común con las anteriores.
Ahora bien, si este grupo, logra acoplarse para conformar un equipo, diligente y responsable, va a estar en capacidad de conducir los festejos del coso tovareño, con la corrección debida, con la verdad por delante y sin sorpresas ni paisanadas, que erosionan la categoría de la plaza y van en desmedro de nuestra larga y conocida tradición.
Además, esta Comisión Taurina bien podría desarrollar una labor pedagógica importante, que contribuya a la creciente concientización de los aficionados de todo el Valle del Mocotíes.
Permítanme hacerles llegar mi enhorabuena y mis palabras de aliento, pues habrá que apretarse bien los machos para colocar el listón de nuestra plaza de toros, a la altura que le corresponde. Que Dios reparta suerte para todos.
Eduardo Soto Alvarez.
14-12-2018
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