por: Jorge Cepeda
Sin duda la situación económica de nuestro país también se convierte en un grave problema para la fiesta brava nacional donde se ve la poca actividad taurina que existe, donde se ve solo festejos aislados en varias partes del país, sobre todo los mismos aficionados prácticos que mantienen viva la esperanza de que la fiesta taurina nacional vuelva a tomar el camino que todos los aficionados quieren.
Los aficionados prácticos se buscan la manera de organizar festejos en ferias que están por iniciarse dentro de las pocas que nos quedan como: Táriba, Tovar, Mérida y San Cristóbal. Por otra parte, a los pueblos, se les hace muy complicado alquilar una plaza de toros portátil para organizar un festejo suelto o una feria corta. Esto pensando en los aficionados prácticos quienes compran la materia prima para alimentar su gran afición por torear.
Por otro lado los pocos toreros que tienen su grado de Matadores de Toros –los que pueden- se van del país para buscar oportunidades y se dirigen a plazas españolas, peruanas y de México, pero luego se dan cuenta de la poca oportunidad para actuar y ven frustradas sus ganas de sumar fechas, donde se han disminuido los festejos.
Por otro lado se lucha dentro de las pocas escuelas taurinas que existen en Venezuela para continuar nuestra tradición con los jóvenes que quieren lograr el grado de matadores de toros; ellos para ver un pitón de un novillo, tienen que esperar bastante tiempo para lograr una mínima actuación y a veces ven frustradas sus ganas ya que se ha tomado como costumbre que tienen que pagar para torear; donde el pago va desde comprar un novillo si quiere ver su nombre en una feria.
Los pocos novilleros venezolanos que están fuera como España, México y Perú se les hace, cuesta arriba subsistir o mantenerse y lograr una actuación. Es por esto que dentro de nuestra crisis, se debe luchar por dar la Alternativa a estos jóvenes ya que hacer un torero como tal, está muy difícil en el exterior. Para hacer un torero como de los últimos que han salido: Manolito Vanegas y Jesús Enrique Colombo, van a pasar muchos años, ya que no es nada fácil sumar fechas en su preparación y lograr que lleguen a torear unas veinte novilladas con picadores y sin picadores.
En esta línea de acción, ya Tovar tiene un nombre donde se han dado cinco alternativas a jóvenes nacionales y se les ha permitido abrirse camino en esa difícil profesión; se de buena fuente que la nueva empresa estudia esta posibilidad de continuar esta tradición.
El joven Joan Santana es una esperanza, quien ha venido ayudando a la Escuela Taurina de Tovar, con ese gusanillo que se le ha venido alimentando por el bien de la fiesta brava. Hay que darles la oportunidad a los novilleros matadores recièn alternativados y comenzar a pensar que no solo es traer toreros extranjeros -que a veces no tienen ninguna oportunidad en sus países- y comenzar a pensar en cuidar lo poco que tenemos y no pensar en mano a manos, sino dar la ternas como tales. Esta crisis nos hace pensar que debemos comenzar por lo nuestro, así como las empresas, los ganaderos y los pocos aficionados que están alimentando la fiesta.
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