por: Giovanni Cegarra
Cuando la habilidad e iniciativa emprendedora se lleva muy por dentro como se lleva el gusanillo de la Fiesta Brava, la creatividad e imaginación vuelan alto, arrojan éxito, valedero en estos de crisis que se vive, hoy día, en la Venezuela de hoy, como bien lo pudimos constatar en la visita que le dispensamos al joven novillero Nelson David Osorio Pérez, en su hogar que comparte con sus progenitores, lar en que se respira ese ambiente hogareño de respeto, que dignifica a la familia andina merideña venezolana.
Traje de luces de la creatividad emprendedora de David Osorio. Foto: Carlos Raúl Lobo Díaz
David Osorio con 22 años, es novillero forjado en la Escuela Taurina Humberto Alvarez de la que se siente orgulloso, comparte sus lides taurinas con la de sastre, que le nace por iniciativa propia contando con el apoyo de sus padres Nelson David Osorio y Norma Pérez, quienes se sienten orgullosos, le consideran todo un profesional innato de la sastrería taurina, que aprende por sí solo.
Sencillo, humilde, algo tímido, David nos cuenta en nuestra improvisada conversa, lo satisfecho que se siente como sastre, profesión que le apasiona como la de novillero que le ha llevado a cumpir rodaje por dos años en la Provincia del Perú, aparte de lo que ha toreado en ferias venezolanas. En lo de sastre tiene dos años, aprendió a confeccionar traje de luces y corto, capotes de lidia y paseo, muletas, monteras, fundones, bolsos, pulseras, zarcillos, llaveros, chalecos, chaquetas, de diseño taurino, todo a mano contando con una maquina bordadora, en fábrica casera, en la vivienda que junto a sus padres habita en el sector conocido como El Arenal de Mérida, Municipio Libertador del Estado Mérida.
Quiso ser Arquitecto pero circunstancias ajenas a su voluntad se lo impidieron, se hizo novillero y ahora sastre taurino, de hecho que David Osorio, es todo un Arquitecto de la Sastrería Taurina, su innato arte y diseño lo refrendan, basta con observar su trabajol, la de todo un joven emprendedor que no se queda parado esperando que todo venga del cielo, en estos tiempos por demás difíciles, dejando bien claro que cuando se tiene voluntad y amor por el trabajo, lo demás es cuento.
Dos trajes de luces hasta ahora, ha confeccionado David, uno que se lo llevaron al Perú y otro para él, que espera poder estrenar en una novillada con picadores ferial venezolana, con esa ilusión que tienen quienes, hoy por hoy, forman parte de la generación de relevo de la Cantera Taurina Venezolana, esperando, como el resto de sus compañeros de oficio, que las Empresas Taurinas existentes en el país, le den la oportunidad deseada.
El recién terminado Capote de Paseo. Foto: Carlos Raúl Lobo Díaz
No cabe duda, que el novillero David Osorio, es un Arquitecto de la sastrería taurina, digno ejemplo para muchos, se merece el respeto, admiración, apoyo en su pequeña empresa familiar compartida con su madre Norma y su padre Nelson David, quienes están orgullosos de él, le catalogan como un joven tranquilo, trabajador, emprendedor, que plasma en su trabajo, su innata creatividad que sabe reflejar en el producto final como sastre taurino y en honor a la verdad, no se encuentran palabras para describir lo que hace, con la paciencia de quien sabe lo que tiene por delante, tal cual como bien sabe, verle la cara a un novillo.
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