Nos toca solos, no hemos pensado en crear una fundación donde podamos tener un escritorio jurídico que defienda todo lo que conlleva la cría del toro bravo.
por: Kike Rosales
Cuando un torero está junto al toro en los medios de una plaza la distancia pesa mucho, el miedo está presente en cada pase y el toro pareciera que lo “percibe”, cuentan algunos que no oyen nada, solo el respirar del toro y el sonido de la arena, así como también esa sensación que a veces nos atrapa, la soledad.
Maracay se ha visto sumido en un acto bárbaro, un tribunal quiso acabar con las corridas de toros de una manera cruel, baja, artera e insensible, quitar de golpe un acto que tiene siglos por razones que son de verdad lamentables, una especie de “es que no me gusta”, como si eso fuera un aval para hacerlo.
Entonces la empresa recurrió a tocar puertas; esgrimir con argumentos valederos que de ocurrir la suspensión de la feria seria por un acto casi sórdido y echó adelante las corridas y la novillada.
Entonces lo primero que se nos vino a todos los taurinos de este país más allá de los improperios lanzados ante este ruin acto es pensar que no estamos unidos.
De verdad que en algo tienen razón, pero debemos entender también que esto nos toca enfrentar a los taurinos solos; y eso si muy seguros de lo que debemos defender. Acabar las corridas lo han querido hacer desde hace mucho, quizá en los últimos tiempos se han mostrado más razones políticas, se quieren hacer ver más humanos los que jamás han pisado una plaza de toros y quienes confunden como lo dijo el filósofo Fernando Savater “crudeza con crueldad”, términos que ante tanta ignorancia tardaríamos mucho en explicar.
Nos toca solos, no hemos pensado en crear una fundación donde podamos tener un escritorio jurídico que defienda todo lo que conlleva la cría del toro bravo, nos ha costado entender que necesitamos formar una agencia de publicidad que desarrolle una campaña donde se muestre en todas partes porque es que las corridas mantienen viva una raza y generan: poesía, pintura, música convirtiéndose en un alto cultural.
Ya es un lugar común eso de “los toros se defienden solos”, es verdad, pero lo demás no.
La barbarie de Maracay se difundio por las páginas web dedicadas a los toros, pocos medios no taurinos se hicieron eco de ello, dejando algo tan grave casi como una anécdota.
Entonces aparecen: Víctor José López “El Vito”, Rubén Darío Villafraz, Nicolás Babin, Raúl Gordon Blasini, César Omaña, Fredy “Garapullo” y Germán De Jesús Cerrada a ejercer un acto informativo sólido, son junto a los pocos que hacemos prensa escrita, radio y algunos espacios de tv los que se convierten en imprescindibles en estos días de oscurantismo.
Nos toca recurrir a la verdad, nos corresponde asumir que somos taurinos en estos días cuando nos miran casi como una especie “rara” que va a ver sangre a una plaza, nos señalaran pero seguiremos unidos contando con los “románticos” que permiten por internet mostrar las injusticias y la gaznadas de los ignorantes que quieren acabar las corridas, convencidos que con absoluta entereza y altivez vamos a enfrentar esto a pesar de sufrir un arrinconamiento mediático y entender la dura lucha para informar de toros en este país, diciendo con orgullo que se hace a pesar de “la inmensa soledad de los medios”.
muy cierto mi estimado kike en la soledad de los medios donde nadien saca la cara de verdad verdad si no unimos se nos bienen encima como lo estan haciendo con dinero y intereses creados por estas gentes enpeñados en acabar con l fiesta brava y el toro de lidia
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