* A finales de año reaparece en la maestranza
por: Jesús Ramírez “El Tato”
Con la ilusión de un novillero y la constancia de un bregador, entrena a diario el matador Luís Güin “Luis de Aragua” tras un receso voluntario que dedicó a hurgar en la búsqueda de nuevos valores.
El moreno diestro que en septiembre cumple 33 años de matador de toros, toma un nuevo aire con el impulso de amigos que lo vieron en un tentadero en la ganadería “el Marqués de la Real Defensa” y se decidieron a apostar por el resurgimiento de este torero, que goza del embrujo de Granada, plaza donde también tomó la alternativa Luís Sánchez Olivares “Diamante Negro” que se mantiene en el tiempo altivo, disfrutando de una longevidad admirable.
Luís ilusionado, se acaba de quitar un montón de años de encima. Se fue a Madrid, recorrió calles y sitios que le son familiares, se reencontró con amigos y se mandó a hacer trajes de luces, capotes, muletas, y hasta un precioso capote de paseo, no para entrar en el escaparate de los presuntuosos, sino consciente que el toreo es algo serio y que en esa seriedad va implícita la vestimenta de un torero que ha recorrido mundos y que vuelve porque se lo ha propuesto como espejo de una vocación que lamentablemente no acompaña a todos los toreros.
Tras el viaje relámpago a España, a “Luís de Aragua” lo vemos entrenando en la maestranza, después de recorrer a pie unos 30 kilómetros ejercitándose ante la gran responsabilidad que se le avecina, como es volver a vestir el áureo traje en el coso calicantino que le vio nacer como torero.
Pero antes de volver a medirse ante la afición aragueña, “Luis de Aragua” incursionará por México a donde partirá el próximo domingo 27 con la firme intención de hacer campo e intervenir en varias corridas que ya tiene apalabradas y que le servirán para retomar el camino y volver a Maracay preparado para el triunfo.
Antes que arranquemos la penúltima hoja del calendario 2010, la maestranza de Maracay, recibirá a “Luís de Aragua” integrando un atractivo cartel y además con una corrida bien presentada. Ese día el veterano espada demostrará que no viene por ímprobos esfuerzos ni nostálgicas añoranzas, sino porque está convencido que el toreo es su única e invariable razón de ser.
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