Por Vírctor José López "El Vito" - Columna - SIN PARALELO
OÍDO EN LA CHATA
Por Víctor José López
"El Vito"
Oigo una enorme ovación
y el público enardecido
irrumpe en fiero alarido
de entusiasta admiración.
De bienvenida el pendón
ondula mirando al cielo
y a sus pies, a ras del suelo
y entre gloriosas muletas,
se estremecen las coletas
de Lagartijo y Frascuelo.
Oigo una enorme ovación
y el público enardecido
irrumpe en fiero alarido
de entusiasta admiración.
De bienvenida el pendón
ondula mirando al cielo
y a sus pies, a ras del suelo
y entre gloriosas muletas,
se estremecen las coletas
de Lagartijo y Frascuelo.
(Ditirambo de Don Modesto)
EL DÍA QUE EL TOREO CAMBIA DE RUMBO
Caracas 22 de Mayo de 2010.-
Habiendo remontado una brillante carrera llegó Bienvenida a la cumbre de la fiesta de los toros. Sólo le faltaba rematar Madrid, dar el golpe definitivo para tomar el trono del toreo.
Don Modesto tuvo que reconocerle como gran figura del toreo, tras haber exaltado al trono del Vaticano a Ricardo Torres "Bombita" cuando reseñó la crónica con el laudatorio título: "El Papa de la Tauroamquia".
Don Modesto tuvo que reconocerle como gran figura del toreo, tras haber exaltado al trono del Vaticano a Ricardo Torres "Bombita" cuando reseñó la crónica con el laudatorio título: "El Papa de la Tauroamquia".
A los días, siempre en Madrid, Manuel Mejías "Bienvenida III" logró la gran faena de Madrid y don Modesto apeló en su exaltación al nombre con el que la Iglesia distinguía al Jefe de la compañia de Jesús en Roma, los jesuitas, y distinguió a Bienvenida con el nombre de "El Papa Negro"
Pero había que confirmar lo que expresaba Rafael Hernández, quien escribió cuando Bombita y Gallito se peleaban el cetro del toreo en 1910 "otro torero que ponía por delante de Bombita y de Gallito, era Bienvenida". Manuel Mejías entiende que la cuestión no está en escribirlo, leerlo o decirlo, sino que debe hacerse.
Acepta el reto de encerrarse en solitario en la Plaza de Madrid con seis toros del Conde de Trespalacios el 10 de julio de 1910.
Ese día, el toreo cambió de rumbo, porque Bienvenida lo conduciría por distintos senderos.
Aquella tarde Manuel Mejías vistió en el Hotel Ultramar, en la Calle del Arenal del que hoy llaman "viejo Madrid". El traje fue grana y oro, unas sedas que según "El caballero audaz" realzan la juventud, armonía serena y no poco marchosa figura de este torero por el que las mujeres pierden el sueño".
Aquel díaera Corrida Real con Sus Majestades de Portugal en el Palco. Las cosas marcharon bien, en los dos primeros toros... Y salió "Viajero", tercero de la tarde, número 13, cárdeno entrepelado, grande, poderoso, bravo ...Recibió siete varas y mató cuatro caballos. Era el toro con el que había que "armar el taco". El toro para colocarse en figura del toreo, era la vida o la gloria.
Cuenta Filiberto Mira que -"Viajero", un toro con mucho "malage" no le obedeció en aquel pase estatuario ... faena que quedó tronchada porque el pitón de "Viajero" taladró el muslo del torero, desgarrándole carnes, venas, arterias ... y destrozándole la femoral de la ingle izquierda".
Don Manuel comenzó su descenso después de la cornada del toro de Trespalacios, sin embargo enfrentó con dignidad a Joselito y a Belmonte, como lo había hecho con Bombita.
CARACAS LENTEJUELA EN EL CAPOTE BIENVENIDA
El citado Filiberto Mira refiere en su "Historia de un torero" que:
-" Los triunfos de Gallito y Belmonte, y la tremenda cornada de "Viajero" son las causas que motivan el que naciera Antonio Bienvenida en Caracas".
Primero, y superada la convalecen de aquella horrible cornada para la que no hubo anestesia, clinica y muchos menos ciencia, realiza Bienvenida "la faena de mi vida". Bienvenida casa con Carmen Jiménez y funda una familia que llena de gloria la más hermosa de las fiestas, hace campaña por América y viene a Caracas.
En Caracas nos detenemos, porque nuestra ciudad es de relevante importancia para la Dinastía. Acá, en el Metropolinano donde estuvo en su inauguración como peón de Hermosilla, y donde toreó cinco tardes triunfales en 1915 llegó en 1922 procedente de Cartagena de Iniias, en Colombia. Se asienta en las playas de Macuto donde lleva su familia, pero suánimo torero lo lleva a México, Guatemala. Carmen y los niños de quedan en Venezuela y es en Caracas, en el Hotel Madrid, donde el 25 de junio de 1922 nace Antonio.
Cuentan que Antonio en vez de traer, como decimos por estos pagos "su arepa debajo del brazo" trajo dos muletas, una en cada mano.
Aquel día el Papa Negro toreaba, mano a mano en Bogotá, con Rafael el Gallo.
En Caracas nació Antonio, en el Hotel Madrid en la Esquina de Municipal. Hospedaje propiedad de la familia Saval. También fue en Caracas donde Manolo y Pepe torearon por primera vez en la vida, fue en el Metropolitano donde los Bienvenida torearon becerros de media casta.
Estas razones, suficientes para el afecto, son pocas en consideración de los muchos nexos de cariño, de historia, de amistad y de torería que nos unen a los venezolanos con los Bienvenida. Es justicia exaltar la amistad de los Bienvenida con la familia del general Juan Vicente Gómez, quien en una oportiunidad que don Manuel se encontraba en difíciles circunstancias económicas le regaló el pasaje a todos los miembros de la familia Mejías - Jimenez para regresar a Espaa en un vapor que los llevó de vuelta al Puerto de Cádiz.
Aquella amistad con los hijos de don Manuel, Manolito y Pepe, era motivo de orgullo para don Ramón Martínez, esposo de doña Cristina Gómez, hija del general y madre del matador de toros Carlitos Martínez .
Manolo Bienvenida, quien para 1933 era ya figura del toreo, vistió los carteles de la temporada inaugural de la Maestranza de Maracay, más por la amistad que lo unia con los hermanos Juan Vicente y Florencio Gómez Núñez que por otra cosa. Maracay, aquella temporada y con el concurso de la Dinastía Bienvenida, le dió un fuerte golpe al timón de la historia taurina en Venezuela que la condujo por derroteros muy importantes, tan importantes que la Ciudad Jardín en el tiempo se convirtió en Cantera de la Fiesta en Venezuela.
CUATRO GENERACIONES
La dinastía Bienvenida es junto a la de los Silveti, la única dinastía en la Fiesta de los Toros con cuatro generaciones de toreros.
Los nexos con Caracas y toda la Venezuela taurina de la familia Bienvenida, hacen que bien se reciba al Círculo de Amigos de la Dinastía Bienvenida que, pasado mañana martes en La Castañuela, gracias a la amable invitación a su sede de la Peña Taurina Aficionados de Caracas, juramentará a su Junta Directiva.
Esta familia de toreros tiene sus orígenes en un pueblo de Extremadura de nombre Bienvenida, donde Manuel Mejías Luján tomó por apodo el nombre de su lar nativo. Mejías Luján fue un eficaz lidiador, un buen banderillero y peón de confianza de matadores de categoría como en su tiempo lo fueron Bocanerra, Chicorro, El Gordito, Hermosilla, Mazzantini y del mexicano Ponciano Díaz. Tan importante que en los viajes de sus maestros, Mejías Luján los acompañaba a América donde actuó en las plazas de más categoría como en su momento lo fueron La Habana, México, Montevideo y aquí en Caracas donde estuvo con la cuadrilla de Manuel Hemosilla en 1896 en la inauguración de la plaza de toros Circo Metropolitano.
Manuel Mejías "Bienvenida" casó con Teresa Rapela, unión con la que inició la historia, grande y noble, como la califica el gran bienvenidista Filiberto Mira. Un gran periodista extremeño, de Olivenza para más señas, que nos pretigió con su amistad.
José Mejías Rapela Bienvenida II, hijo mayor de Mejías Luján, fue un caso de rebeldía y de bohemia, hombre de contagiante simpatía y gracia, puso de lado su talento para disfrutar sin apuros, sorbo a sorbo de la vida. Fue novillero, banderillero, matador de toros, de nuevo banderillero y, por encima de todo muy buen taurino. Fue "el tío de los Bienvenida". Capaz de descubrir en el matadero de Sevilla a Pepe Luis Vásquez, como a Antonio Bienvenida en la casa de su hermano Manuel, cuando el relumbrón del éxito de sus hermanos Manolo, Pepote y Rafael, encadilaban a la familia.
Manuel Mejías Rapela, Bienvenida II, fue un gran torero, figura del toreo al que el referido toro de Trespalacios retiró de la profesión cuando competía con Bombita el pontificado de la Fiesta.
Manuel Mejías Rapela "El Papa Negro", fue contratado en la temporada de 1915 por Manuel Martínez "Cerrajillas" para actuar en la temporada de la plaza de Puerto Escondido, el Circo Metropolitano, a raíz de un pequeño pero ruidoso escándalo mediático provocado por el ingenioso extremeño.
Venía Bienvenida de Lima, donde había participado en la temporada de Acho, de paso para España. Su presencia en Caracas junto a otros toreros de cartel, provocó un revuelo entre aficionados que exigieron su contratación para la temporada caraqueña. La oferta del organizador no satisfico a Bienvenida, quien publicó una carta donde expresaba "no haber llegado a una inteligencia entre la empresa y yo, y teniendo que partir para España..." La carta hizo tal efecto que Manuel Mejías Bienvenida fue contratado para actuar cinco tardes en Caracas.
De la unión del "Papa Negro"con Carmen Jiménez Álvarez, nació el jardín florido de la dinastía, sus hijos la gran figura del toreo y competidor de los ases de la época, Manolito, Bienvenida IV, el sabio Pepe, Bienvenida V, el precoz Rafael Mejías Jiménez, Bienvenida VI, el caraqueño Antonio, Bienvenida VII, el elegante Angel Luis, Bienvenida VIII, nuestro entrañable amigo y siempre recordado Juanito, Bienvenida IX y Miguel Mejías Álvarez, Bienvenida X, hijo de Ángel Luis y en la actualidad presidente del Consejo de Asesores del Capítulo Caracas del Círculo de Amigos de la Dinastía Bienvenida en Venezuela que pasado mañana juramentará su Junta Directiva en la sede de la Peña Taurina Aficionados de Caracas.
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