ilustración: foto-montaje - GCegarra
La realidad socio económica política en Venezuela, cada día recrudece más y más llevándose por delante a todos por igual y en medio de este gran diluvio imparable económico, las crecidas aguas arrastran a nuestra Fiesta Brava, luchando contra la corriente adversa, contra los enemigos que tiene dentro de ella, que hacen daño, sin dejar de lado, ni olvidar, las retaliaciones discriminatorias de ciertos empresarios, a los hala chaqueta, que no faltan nunca, a los que mueven sus tentáculos peseteros impulsando a priori, sin ética profesional, para hacerse de prebendas indebidas, lo que no implica, que no sigamos adelante siempre, no se luche, a como dé lugar, para mantenerla a flote, con todo y crisis pandémica.
Adelante siempre, imposible rendirse, bajo ningún concepto y circunstancia, hay que dejar la pasividad taurina venezolana; no me cansaré de decirlo a todas voces, escribirlo con suma propiedad, dirán por ahí, que me dio locura ante la actual crítica coyuntura circunstancial venezolana, pero es todo lo contrario, en tiempos de crisis se crece y más, cuando se lleva muy adentro de sí, bien sembrada una pasión y afición, como la nuestra, la taurina.
Vale destacar, en lo que va de año 2023, el esfuerzo y voluntad empresarial, que se está poniendo de manifiesto, en la región andina, central, llanera, de este país, para impulsar y darle perenne vida, a tradicionales ferias que nutrirán el Calendario Taurino Venezolano, hacerlo crecer con entereza y firmeza, lo que debe contar con el irrestricto apoyo incondicional del aficionado, todos los involucrados en el fortalecimiento, permanencia, impulso, defensa, de nuestra Fiesta Brava.
Los taurinos venezolanos, sin distingos de clase y posición, tenemos de siempre, por delante, en las buenas y las malas, un norte fijo: luchar y defender lo taurino, contra la adversidad que rodea, a nuestra afición y pasión, eso sí, sin miedo y temor, sin pasividad, con fuerza, coraje, esfuerzo, voluntad, ganas de trabajar, dentro de lo que cabe, para mantener viva la llama de nuestra Fiesta Brava, que bien es cierto, que se la tiene super difícil, pero ello no conlleva a que la dejemos morir, así como así, hay que continuar luchando por ella, adelante siempre, imposible rendirse y olé.
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