Su inesperada partida el 28 de Marzo de 2018 sorprendió a todos. Foto: Nikolas Babín
Cinco largos años han pasado desde aquel miércoles 28 de marzo de 2018 cuando su voz se apagó para siempre, dejando en todos nosotros ese enorme vacío que hoy, a un lustro de ese triste día no se ha llenado. Kike Rosales ha sido, es y será un gigante de la comunicación, un hombre que era un auténtico maestro, sabiduría que revestía con la humildad y don de gente que le caracterizaba. Amaba como nadie a su ciudad San Cristóbal y a la feria internacional de San Sebastián, siempre decía y con toda la razón que la feria le había dado el impulso a la ciudad y al estado de sus amores, a ese Táchira que se llevó tatuado en el alma y el corazón. En los toros salía ese Kike inspirado, bohemio y poeta, en el futbol emergía el conocedor profundo y apasionado. En otras facetas era un hombre culto, sabio y profundo, porque aparte que tuvo la oportunidad de viajar mucho, sus inquietudes abarcaban muchos campos siendo la lectura la compañera perenne de su vida. Leer era para Kike, el alimento de un alma inquieta que siempre quería ir un paso más adelante.
Maestro en los medios de comunicación, con un don de la palabra único y una prosa hermosa, Kike fue el impulsor de una nueva generación de profesionales de los medios ya que nunca tuvo reparos para ayudar al que lo necesitaba y no conoció ese vil pecado de la envidia, al contrario, se alegraba de los triunfos de sus amigos. Con Kike, la palabra amigo cobraba toda su dimensión. Ahora desde el cielo seguramente verá su legado, y habrá recibido a ese maestro al que tanto quería y apreciaba, Víctor José López “El Vito” acompañado por el “Cóndor de los Andes” César Faraco, el licenciado Hugo Domingo Molina y otros tantos con los que seguro tendrá sabrosas tertulias de toros y futbol.
Sus hijas deben sentirse orgullosas del padre que tuvieron, su familia de ese hijo y hermano maravilloso, las mujeres a las que amó y le amaron lo tienen siempre en su corazón y nosotros, los que tuvimos la dicha de ser sus amigos, nunca lo olvidaremos. Hasta siempre Kike, muchas gracias, siempre te llevaré presente. Hermano, un gran abrazo!
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