6/3/23

Viajando con los toreros: Cuando aflora el profesionalismo y el miedo se queda en el páramo

En Barinitas esperando la carne con las carteras tristes. 



*** Fotos Federico Montes y "El Tato"

por: Jesús Ramírez "El Tato"

Nunca imaginé en mis largos años en esto del mundo del toro, que viajar con las cuadrillas de subalternos venezolanos a una feria era tan placentero y desestresante; se pasa bien  entre chistes, anécdotas, relatos ingeniosos, pares hirientes en todo lo alto y quites milagrosos con palabras que se defienden de las bruscas acometidas miureñas.

En la confortable Mercedes Sprinter del aficionado práctico Homero Polanco, transcurrieron las horas de Maracay a Mérida y retorno con anécdotas, historias viejas y recientes, travesuras con gran sentido de humor sano.

Al menor descuido en una curva, se podían perder bocadillos, panes y hasta botellas de miel celosamente guardadas por Carlos Pizzuto para un encargo familiar; igualmente descubrir a José Antequera y Salvador Moreno comiendo escondidos arepas de escaso relleno.

En pleno páramo, a dos horas de Mérida, Guillermo Guimerá no resolvió en cuatro horas un problema presentado con una pequeña manguera y filtro del gasoil, con el cual pretendía dictar curso avanzado de mecánico diésel, pero resultó que un humilde lugareño resolvió y comenzamos a rodar a los cinco minutos, con los más agudos comentarios al hombre de a caballo.

En pleno páramo andino al filo de la noche y con llovizna, pero sin perder el buen humor.

A la hora de comer en Barinitas, se notan las caras largas y carteras que desaparecen tras despachar el criollo y variado almuerzo.

Ya en Mérida con la responsabilidad de la Feria y el compromiso profesional, se renueva la unión, el compañerismo y asume la voz dirigencial de Gerson Guerrero quien con un solo gesto o mirada, impone las obediencias y colocación en las filas del paseillo.

Los picadores Alfredo y Guillermo Guimerá y Miguel Ángel Camacho, los banderilleros Carlos Pizzuto, Juan José Giron, Eduardo y Abraham Graterol, Liécer Paredes, Diego Guillén, José Linares, Salvador Moreno y José Antequera, el exitoso fotógrafo Federico Montes, el mozo de espadas Romer González, este servidor y Homero Polanco, fuimos partícipes de una travesía de lujo y gratos momentos que en el ruedo en ternos de seda, se transforman en la absoluta seriedad del vuelo del capote que refleja maestría con el juego de muñecas para dejar al toro en el sitio indicado, o las varas aguantando en todo lo alto y los pares de banderillas reuniendo, levantando los brazos para clavar con precisión.

Realmente estamos en un momento de extraordinarios subalternos venezolanos con varios jóvenes que solventan con facilidad las fuertes frenadas de un toro cerca de la esclavina.  Profesionales que ejercitan, se cuidan y no necesitan ensancharse las bandas de los bordados para disimular la grasa del tiempo.

Bien por los subalternos venezolanos de hoy que nos hacen ver con confianza las corridas y que no desentonan al lado de los subalternos españoles que vienen mucho más toreados con cuarenta o más corridas. Y gran satisfacción por la pronta recuperación de Diego Guillén con el percance en la tercera corrida ferial del Domingo 19 de Febrero, ya en su casa. !Chapeau!!!...

"El subalterno es el gran héroe de la corrida, viste de plata para cuidar del oro ajeno y con capotazos justos y eficaces intenta quitarle el miedo al matador "
Rafael Corbelle.


Salvador Moreno, Juan José Girón y José Antequera comparten la alegría por el trofeo de Alfredo Guimerá.


Salvador Moreno, José Antequera y José Linares con el triunfador de la LII Feria del Sol 2023 Francisco de Manuel.


La foto de la feria: Federico Montes captó a Juan José bregando con eficacia

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