En esta temporada toreó ocho corridas de toros, cortando 10 orejas, lidiando 14 toros y saliendo a hombros 2 veces; sumó tres festivales, paseando 9 orejas y 1 rabo.
El aprendizaje es clave en el toreo, así como en la vida, hay años que son difíciles pero dentro de esa dificultad enseñan mucho y seguramente esa es la principal conclusión de la temporada de Jesús Enrique Colombo. En esta campaña se han dado circunstancias que si el torero es capaz de asimilar le servirán mucho para su futuro, siempre y cuando se escuche con atención y se actúe con criterio.
Colombo inició muy bien su campaña en el festival de Toledo el 13 de junio, cortando las dos orejas tras una gran faena al novillo "Martinete" número 49, negro de Alcurrucén en festejo televisado. El 19 de ese mismo mes actuó en Istres, cortando la oreja del toro de Laget que estoqueó, en corrida de seis matadores. Luego de esta corrida toreó un festival en Pedro Bernardo el 17 de agosto cortando cuatro orejas y un rabo a dos novillos de Pablo Mayoral, para actuar en Chinchón el 22 de agosto en corrida clasificatoria de la "Copa Chenel" alternando con Alberto Lamelas y Esaú Fernández. Vestido de burdeos y oro, cortó las dos orejas del toro " Campanillero I " número 71, negro entrepelado de José Escolar, saliendo a hombros y asegurándose un lugar en la semifinal.
El 4 de septiembre actuó en Bayona, cortando la oreja del toro "Bailador" número 34, negro, de Valdefresno, en otra corrida de seis espadas. El día 13 en un festival en El Tiemblo cortó tres orejas a dos novillos de Lorenzo Espioja. La gran apuesta de su año era en Madrid con los toros de Victorino Martín el 26 de septiembre. La expectación, enorme y el compromiso muy grande. Ese día Colombo comprobó de primera mano la actitud de Las Ventas, cuyo público le midió con lupa, con un ambiente muy a la contra. Tarde muy dura para el venezolano que trató de remar contra corriente. Su segundo Victorino, "Jaqueco", número 38, cárdeno claro con 585 kilos tuvo posibilidades, y aunque el torero le hizo frente con valor y sinceridad,no llegó a cuajarlo, entre otras cosas porque ese día la gente estuvo de uñas con él. Seguramente a toro pasado, si logra sacar lo positivo de la tarde venteña, comprenderá muchas cosas.
El 2 de octubre cortó la oreja del toro "Opresoro" número 44, castaño con 485 kilos de Gallon en Saint Martín de Crau, no pudiendo redondear su tarde con el otro toro de Torquay. El día 16 toreó la semifinal de la "Copa Chenel" en Valdemorillo, cortando la oreja con fuerte petición de la segunda del segundo toro de su lote, "Rebonito" número 102, negro de Zacarías Moreno, alternando con Fernando Adrián y Jorge Isiegas, ganando su pase a la final.
Al día siguiente triunfó en Istres-su plaza talismán- cortando tres orejas, dos de ellas a su primero "Fatigoso" número 28,negro con 495 kilos de Virgen María. Con el ambiente en contra sobre todo por una campaña en twitter que cuestionaba su presencia en la final de la "Copa Chenel" llegó a Cadalso de los Vidrios el 23 de octubre, alternando con Fernando Robleño y Fernando Adrián. Colombo tuvo que soportar ese día a varios reventadores que en el tendido le protestaron todo. Aún con ese mal ambiente, le cortó la oreja a su primer toro "Inculto" número 76, negro de José Vázquez, lidiando con oficio al segundo de su lote "Ebanista" de Adolfo Martín. Quedó clasificado de segundo, lo cual es de gran mérito teniendo en cuenta que no sólo tuvo que enfrentar al toro.
Para el torero tachirense ahora se presenta un invierno en el que debe sacar conclusiones, mejorar algunos aspectos, entre ellos procurar banderillear más reunido, con pureza, lo cual sin duda puede lograr gracias a sus portentosas facultades físicas y pulir algunos aspectos de su toreo con la muleta, para volver a tener la frescura que se le vio de novillero y que se aprecia en los muchos toros que toreó en el campo, donde quizá libre de presiones, su toreo es más acompasado, sincero, largo y ceñido.
En esta temporada toreó ocho corridas de toros, cortando 10 orejas, lidiando 14 toros y saliendo a hombros 2 veces, así como sumó tres festivales, paseando 9 orejas y 1 rabo de 5 novillos que estoqueó. El próximo año tendrá en las plazas francesas su principal baza y deberá luchar para abrirse paso en España, empresa desde luego nada fácil.
A su favor tiene un buen concepto,facultades físicas tremendas y una espada demoledora. En sus manos está saber a quién escuchar y aplicar lo aprendido. Venezuela sigue confiando en Colombo. Ahora solo el toro tiene la última palabra.
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