Poema taurino Foto: larioja.com
EL NIÑO DEL CAPOTE
Surgió de la arena una estrella
y brilló en el alma
de una plaza de toros.
El niño del capote,
caminó despacio
entre trompetas y banderillas;
entonces le dieron la bendición.
El toro cayó rendido a sus ojos,
porque se encontró
con un nuevo torero.
Autor: Moisés Cárdenas
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