27/9/21

3ra de Feria de Otoño 2021: Así hablaron de Colombo las crónicas de la corrida

Reproducimos los textos de algunas crónicas de la corrida del 26-9-21 en Madrid.

por: Cèsar Omaña
Director de venezuelataurina.com

Corrida de expectación... corrida de.... (complete Ud por favor) es lo que resume, a mi juicio, el resultado del festejo de la Feria de Otoño en Las Ventas de Madrid este Domingo 26 de Septiembre. Un encierro que no ofreció oportunidades y sí, peligro por sus inciertas embestidas a los alternantes; a tal punto, que el mismo ganadero calificó de valientes a los tres toreros por su entrega y disposición a sacar lo mejor que se pudiera de estos ejemplares victorino que sorprendieron a todos por estar muy por debajo de lo esperado de esta ganadería. El buen ganadero y defensor de la Fiesta desde la Fundación Toro de Lidia, lo asumió con la tranquilidad de la frase: Así es el toreo, y tiene toda la razón y se le disculpa. Solo su sapiencia podrá analizar las razones de tan complicados ejemplares de esa tarde 


**** crónica de mundotoro *****

Un lote diferente en una corrida indiferente

Crónica de C.R.V. (Carlos Ruiz Villasuso) de la tercera de la Feria de Otoño


Se ttrajo Victorino una corrida amplia por delante, con edad, un toro mas lavado de cara y fino en estrecho cuerpo, que cayó en terreno de la indiferencia. De ella salieron dos toros, ambos en el lote de Alberto Lamelas, cuyo ardor guerrero fue inmenso al viajar dos veces a la puerta de chiqueros. Toros con esas claves de toques suaves, traer, tirar. Toros distintos para un toreo sobre brazos y cuerpo asentado y el resto para lidiar sobre las piernas. Se dejó el sexto. Dejarse no es lo mismo que embestir, sin que el trato de la grada favoreciera a Colombo, un torero de todos los tercios muy rescatable. El lote de López Chaves fue insumiso, reponedor sin tirar para adelante en cara alta el primero, muy agarrado al piso el cuarto al que le dieron lo suyo en el caballo. La tarde fue rescatada por dos tercios de varas, muy bueno el de Israel de Pedro, alguna lidia cabal como la de Marco Galán, las ansias de Lamelas y tres o cuatro pares de banderillas del venezolano.

La corrida, pregonada por sus amplias caras, de muy amplia cuna, algunos como el quinto de mazorca gruesa, dijo poco. Un toro, tercero, lavado de cara y degollado, fue protestado por su trapío discrepante. El lote más cargado en conjunto por delante fue el de cuerpo mejor hecho, el de Lamelas, que se fue dos veces a porta gayola. El primero se la vino abriendo por hacia los tendidos de sol y no le apretó luego. Pero el quinto le pasó lamiendo el cuerpo y se le vino o encima tantas veces que las mismas veces pudo ser herido en un intenso y emocionante cuerpo a cuerpo del que salió bien librado. Esos dos instantes marcan lo que desea un torero.

Tuvo mas cosas Lamelas: que le dio al respetable lo que quiere ver: los lució en varas sin esconderlos. No hicieron pelea para titulares, pero el quinto, que fue para irse en el primer encuentro, luego recibió lo suyo con el caballo por fuera tras llagar al peto. Fue toro noble, de buen y pacífico embroque. Y, yendo a menos, fue el más definido pues admitió los vuelos de la muleta por debajo. Le sacó Lamelas dos tandas con la mano derecha, esperando con la muleta atrás, vaciando desde ahí los muletazos en una faena que no tuvo el eco de los primeros tercios. Tuvo el segundo brío y carbón de salida, y quizá mayor duración que el quinto, un toro al que Lamelas tocó fuerte, se colocó a su forma, en un toma y daca que restó ritmo y pausa a su toreo. Las dos veces se fue tras la espada, aunque cayeran pelín defectuosas. Ningún reproche a quien no se deja nada y sus faenas se apoyaron respetuosamente en la grada en los ecos de su gallardía frente a chiqueros.

El resto tiene escasa historia dentro de ansiedades distintas. Lo llevará mejor Domingo López Chaves por veterano. Le protestaron con razón la endeblez de cuartos traseros del primero, que reponía sobre las manos y con la cara a su altura. Además, era toro que se venía caminando hasta marcar la distancia de los cites y no el torero. Mala suma la de tratar de cuidarlo y tirar de él, en una faena que fue un me pongo para pegarle uno, me vuelvo a poner para darle el siguiente. Muy serio el cuarto, que salió con carbón, le dieron lo suyo en el caballo. No quiere decir que por eso se agarrase al piso, pero pudo influir. Sea como fuere, tratar de prolongarle el viaje cortísimo desde la distancia corta, era imposible.

Colombo es mejor torero de lo que se vio. Nadie puede remontar la contra de protestas ante el cariavacado tercero, muy distinto al resto, al que lidio bien sobre las piernas, le puso dos pares de lujo y facultades y estuvo digno y dispuesto con un toro de cara alta, escaso embroque y que se movió poco, mal y sobre las manos. Otras hechuras con una cara muy amplia tuvieron el sexto, al que De Pedro le colocó superior la puya arriba. Pero sin darle cera. El tercio de banderillas, del que destaca el tercero por ajuste, fue protestado por parte del público, el mismo que jaleaba pares a estos toros hace años que eran de traca. Memoria. Se dejó mucho el toro, pero posiblemente era más para tratar de tirar en la línea que traérselo atrás, porque, sin mal embroque, le costaba seguir los vuelos y la recta se le ayudaba más. Una faena de querer, de atacar, bien rematada con la espada

Ficha del Festejo:
Plaza de toros de Las Ventas de Madrid. Tercera de la Feria de Otoño. Alrededor de tres cuartos de entrada según el aforo permitido debido a las restricciones motivadas por la pandemia. Toros de Victorino Martín, Desiguales de hechuras y tipología, con dos toros muy destacados, segundo y quinto, otro que se dejó sin humillar, el sexto, y tres deslucidos y sin fuerzas.

• LÓPEZ CHAVES, aplausos y silencio 

• ALBERTO LAMELAS, ovación tras aviso en ambos  

• JESÚS ENRIQUE COLOMBO, silencio y silencio tras aviso 

Saludaron en banderillas José Mora y José Antonio Prestel. Destacada brega en el cuarto de Marco Galán



***** Crónica de cultoro *****

Urgencias

domingo 26 septiembre, 2021

Alberto Lamelas se echa para adelante con los más potables del exigente encierro de Victorino, que le negó embestidas a Chaves y se las racaneó a Colombo

Marco A. Hierro / Fotogalería: Luis Sánchez Olmedo

«¡Ojalá te embista uno!». Depende de quién te diga esa frase puede resultar amable o puede tener muy mala baba. Porque los matices de embestir son tantos que en una misma corrida de Victorino te puedes encontrar mil. Y hasta en un mismo toro, pero lo cierto es que hoy, sin triunfo grande ni andar cerca de él, embistieron tres toros para que demostrasen dos tíos de qué están hechas sus manos. Digo dos y digo bien, porque al López Chaves que llegó impecable de caldera y oro y sin urgencias le negaron las embestidas los dos grises que enlotó. Aunque fue un gusto verlo andar con los dos sin mayor complicación.

Dos de los que embistieron los tuvo Lamelas entre las telas, y a los dos se fue a recibirlos al portón de los sustos. Porque llegaba con urgencias, menos de las que pensaba, pero más de las que quería. Ninguno fue de lío gordo, pero sí de apuesta. Porque después de torear hoy habrá pensado Alberto que esta carrera hay que cobrarla. No hubo oreja -aunque se la pidieron- con el importante quinto, al que había que darle mucho y esperar que te devolviese una parte. Pero lo hacía casi siempre, y casi siempre para tirar para adelante. Igual que pisaba la línea Lamelas y se jugaba los cueros con tesón, a veces incluso entrando a la reyerta a navajazos que propuso el cárdeno cuando se le paró delante al salir de chiqueros y le puso el corazón en un puño a un Madrid que resopló los olés con alivio en el recibo de voluntad.

Y tuvo suerte el animal, porque le puso delante el capote Marco Galán y le mostró la forma de embestir a uno y de gestionar las arrancadas al otro. Porque Marco no tiene por qué cruzar la línea para bregar a un toro, pero Lamelas entiende que sí para cobrar cara la carrera. Y entendió también que con un poco de suavidad y un pelín de inercia rugía Madrid por pisar el sitio que quema. Y se la jugó con honradez porque no sabe hacerlo de otra manera. Y así lo reconoció un tendido que le pidió un premio mayor.

Distinto fue lo de Colombo, porque si fue aburrido ese tercer acto -en el que ya le advirtieron que aquí las banderillas se reúnen en el balcón, salte donde salte el que las porta-, más lo fue la lidia al sexto, el tercero de los grises que hoy que quiso más trapo que sus hermanos. Dudó en el saludo el venezolano, porque no sabía si estirarse y apretar o sobarlo y esperar a luego para ver cómo quedaba después de llevarse un trancazo. Y quedó perfecto, porque le sopló Israel de Pedro un puyazo magistral que se llevó la ovación de la tarde.

Pero luego había que andar, porque no era fácil cogerle la distancia, pero caminaba el animal y se empleaba con mejor trato cuando llegaba con algo de espacio. Y no le ayudó a Jesús la urgencia que traía por triunfar, porque hubo momentos en que su forma de ceñir los espacios parecía resignación por acabar entre las patas, como si fuera inevitable que aquello fuera a pasar. Y tanto quiso mostrar su entrega que se olvidó de jugar sus opciones manejando el trapo que tenía en la mano. Porque las urgencias no son buenas para nadie.

Pero hay algunos que las saben mitigar y hasta relativizar, y sólo entonces, cuando pasan a un segundo plano, destapan al torero que ocultan en su tela de araña cruel.


FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Tercera de la Feria de Otoño. Corrida de toros. Lleno en el aforo permitido, unas 11.000 personas.

Toros de Victorino Martín, serios en general, excepto el tercero, una raspa. Manso, medidor y sin entrega el primero el primero; reservón pero con fondo el exigente segundo; de corto viaje y deslucido ademán el vareado tercero; agarrado al piso el complicado cuarto; noble y de seria embestida el importante quinto; con fijeza y celo hasta el embroque el sexto.

López Chaves (caldera y oro): palmas y silencio.

Alberto Lamelas (lila y oro): ovación tras aviso y ovación.

Jesús Enrique Colombo (marino y oro): silencio y silencio tras aviso.



***** declaraciones a cultoro ************
Colombo: «He tratado de dar lo mejor de mí»

Colombo, tras la lidia del tercero de la tarde, señaló al micrófono de Toros que “he podido torear despacio por momentos, pudiéndole, y en banderillas he conectado. La gente ha estado muy en contra del toro, y además ha sido soso. He tratado de dar lo mejor de mí”.

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