En Venezuela le vimos varias tardes, casi todas triunfando y dejando huella entre los aficionados. Foto: Wikipedia
Iván Fandiño fue un torero serio, con un concepto del toreo desgarrado, profundo, sin concesiones, diestro con una acusada personalidad, que era diferente a todos, y su carrera fue desde luego única en fondo y forma, formando un tándem especial con su apoderado Néstor García.
Fandiño era conocido como “El León de Orduña”, su carrera fue como la de los toreros antiguos, forjado en las capeas de Guadalajara, pasando por festejos menores, siendo un destacado novillero con picadores, que en esa etapa cortó una oreja en Las Ventas de Madrid. Tras su alternativa en Bilbao en 2005 de manos de El Juli, llegó una etapa de lucha, sacrificio, esfuerzo y dedicación plena a su oficio. Llegó alto, gracias a su espartana forma de ver la vida y sentir el toreo.
En Venezuela le vimos varias tardes, casi todas triunfando y dejando huella entre los aficionados. Se presentó en San Cristóbal el 25 de enero de 2013, alternando con Juan José Padilla y Gregorio Torres “Maravilla”, vestido de azul rey y oro. En primer lugar estoqueó al toro “Presumido”, número 21, castaño listón con 480 kilos de Rancho Grande, al que cortó las dos orejas, y escuchó palmas con su segundo “Arrogante”, numero 137, negro con 490 kilos de El Prado. Ese mismo dia por la noche toreó el tradicional festival de la Escuela Taurina “César Faraco”, cortando las dos orejas al novillo que lidió, alternando con el rejoneador José Luis Rodriguez y los diestros Javier Castaño, Marcos Peña “El Pino” y los becerristas David Gonzalez y Camilo Cepeda.
Ese mismo año se presentó en Mérida el 10 de febrero, lidiando toros de Santa Fe, alternando con Juan Bautista y El Califa de Aragua. De nuevo de azul rey y oro, le cortó las dos orejas a su primer toro “Chicharrito”, número 43, negro con 425 kilos, para salir a hombros. Se presentó en Valencia el 15 de noviembre de 2013, lidiando toros de San José de Bolívar, con Antonio Ferrera y El Califa de Aragua. Ataviado de turquesa y oro, escuchó palmas en su primero y le cortó las dos orejas a su segundo “Refrenado”, número 636, negro con 416 kilos. En Maracaibo al dia siguiente lidió toros de Santa Fe con Antonio Ferrera, Javier Cardozo y Javier Silva. Vestido de caña y oro le cortó las dos orejas a su primero. En 2014, toreó en San Cristóbal el 23 de enero con toros de Torrestrella, alternando con David Fandila “El Fandi” y Fabio Castañeda, que tomó la alternativa. Iván vistió de rosa y oro, al día siguiente repitió en la misma plaza con toros de El Capiro, alternando con Marcos Peña “El Pino” que resultó herido y David Galván. Vestido de turquesa y oro, cortó la oreja de su segundo toro “Engañoso”, número 393, negro chorreado listón con 442 kilos. En 2015 repitió en San Cristóbal el 29 de enero, estoqueando toros de Hermanos García Jiménez con el rejoneador Diego Ventura y los espadas David Fandila “El Fandi” y Fabio Castañeda. Vestido de grana y oro, tuvo silencio en sus dos toros. El último toro que lidió Fandiño en Venezuela fue “Renacuajo”, número 4, negro con 482 kilos. El paso de el bravo torero vasco por Venezuela se saldó con 7 corridas de toros en las que cortó 9 orejas, lidiando 14 toros, saliendo a hombros 4 veces. La plaza en la que más toreó fue San Cvidristóbal con 4 corridas, cortando 3 orejas. Mérida, Valencia y Maracaibo también le vieron.
Iván Fandiño murió en Aire Sur L Adour el 17 de junio de 2017, al sufrir una tremenda cornada al perder pie haciendo un quite por chicuelinas al tercer toro de la corrida de nombre “Provechito”, numero 53, negro, nacido en marzo de 2013, de la ganadería de Baltasar Ibán. Vestido de canela y oro, ese día cortó la oreja al toro “Camarito”, número 25, castaño, ultimo toro de su vida. Alternaba con Thomas Dufau y Juan del Álamo. Ese mismo año en febrero brindó un toro al padre del diestro Víctor Barrio en Valdemorillo, torero fallecido en 2016 por una cornada. Como una premonición, Fandiño hizo ese brindis cargado de significado. Gloria y honor a Iván Fandiño, al que un toro le quitó la vida, pero jamás la gloria.
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