Orgulloso del arte culinario, Don Pedro Casanova con su hermana Berta, en su casa de San Pedro del Río, en el Táchira.
** Con el mejor augurio de los taurinos para un gran aficionado, esperan su vuelta al ruedo de la tertulia en grupos de Whatsapp.
El mundo del toreo con su magia sin igual, nos presenta personajes que sin vestirse de luces, son auténticos baluartes que se distinguen por su afición desbordante y su presencia en las plazas de toros.
Uno de esos personajes queridos por todos es Pedro Casanova, médico veterinario nativo del hermoso pueblo tachirense de San Pedro del Río, cuya presencia en los eventos taurinos del país y fuera de nuestras fronteras, es sinónimo de apoyo a la fiesta brava con asiduidad.
Pedro Casanova siempre en barrera o acompañado por los integrantes de su peña San Pedro del Río, es amigo y protector de toreros, hombre de confianza de ganaderos de lidia y gran apoyo de las empresas taurinas.
Hoy, el querido Pedro se encuentra en delicados cuidados médicos tras una voltereta recibida en su pueblo natal cuando conducía una moto. Pero si de Miura fue su primera cornada en el hígado, de la cual salió airoso, esta vez el percance se lo dió el hierro de Vespa.
Fue una voltereta aparatosa que a pesar de las fracturas que odian los toreros, se recuperará pronto para seguir con su robusta presencia, guiando esa lucesita de hija que le alumbra con el deseo fervoroso de todos los aficionados venezolanos que pronto lo veamos con su alegría de siempre, nutriendo las tertulias taurinas y prestigiando con su presencia las plazas de toros. Lo esperamos don Pedro.
Don Pedro (ctr) siempre rodeado de toreros, ganaderos y familia, en el disfrute de la fiesta brava. Acompañado de su esposa y la pequeña hija (der); torero Jesús Enrique Colombo (der) y su padre; ganadero Hugo Alberto Molina y su pequeño sobrino.
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