El hecho de estar afrontando y confrontando una situación por demás compleja circunstancial, soportar y aguantar de años atrás, una cruda crisis socio económica política y ahora..., para remate, una pandemia como la del coronavirus, no implica que debemos echarnos al abandono, no luchemos por el país, no conservemos, el modo de vida que llevamos por mucho que ello cueste, ni preservar ni defender, nuestras costumbres, tradiciones, aficiones y pasiones, como lo es, nuestra Fiesta Brava.
La vida pone pruebas, hay que saberlas sortear y vencer. La Fiesta de Los Toros en Venezuela, no la ha tenido fácil y en estos tiempos, con el binomio económico pandémico que padecemos, le es más duro mantenerse, claro de ello estamos. El Calendario Taurino ha mermado en grado extremo, pero no hay que entregarse, en crisis se crece, imposible perder la esperanza e ilusión taurina, de volver a ver toros, mis progenitores decían en los días complicados “el sol calienta, quema si no sabes recibirlo a buena hora” y mentiras no son.
Algunas ferias tradicionales patronales taurinas venezolanas, se han esfumado pero hay que rescatarlas, una que otra, se mantienen relativamente, los Empresarios Taurinos se la han jugado y juegan aún, no es fácil pero tampoco difícil, no se debe bajar la guardia, ni la voluntad y esfuerzo, para mantener viva nuestra Fiesta Brava, por encima de todo, ni echarnos a morir, ni dejar que la pasión y afición que tenemos, muy dentro de sí, muera, así como así, batallas se pierden, guerras se ganan y con el empeño e ímpetu de todos, nuestra Fiesta Brava resurgirá, galopante como potro recién nacido, imposible perder, la esperanza e ilusión taurina, por mucha crisis y pandemia que tengamos por delante, a más ver, con Dios y olé.
Foto: Dibujos de Julián Varona (+)
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