por: Giovanni Cegarra
De lunes a viernes, cada tarde, tras cumpir con sus responsabilidades escolares, un grupo de niños(as) se van junto a sus Padres y Representantes a la Plaza de Toros Monumental Román Eduardo Sandia de Mérida, Estado Mérida, occidente venezoano, donde les espera el Director Instructor encargado de la Escuela Taurina Humberto Alvarez, Alonso Valero, para cumplir con su entrenamiento aprendizaje en lo del toro.
Alonso Valero le conocemos de su apegada afición pasión por la Fiesta Brava, de sus lides como mozo de espada de toreros nacionales y extranjeros, de sus aptitudes toreras cuyos conocimientos hoy día traspasa con sobrada paciencia a los alumnos de la Humberto Alvarez, lo que hace con sumo orgullo, pues tiene la oportunidad de enseñar lo que sabe a ellos, de la confianza que han depositado en él al dejarlo al frente de la Escuela, sus titulares que hoy día cumplen compromisos profesionales por España y el Perú.
Así no los expresa en conversa con él, dejándonos saber que la Escuela Taurina Humberto Alvarez sigue adelante, sorteando las lógicas incomodidades que acusa producto de la crisis que afecta a todos por igual pero que en nada influyen en sus alumnos, que acuden cada tarde a recibir su instrucción taurina, responsabilidad que hoy lleva con ese pundonor y tesón que asimiló de su extinto Maestro Humberto Humbertico Alvarez, fundador de la Escuela.
Valero nos aclara que su labor educativa garantizada y respaldada está, acotándonos que sus alumnos aprenden acusiosamente cada detalle cuando tienen en sus manos el capote, la muleta, usan la carretilla haciendo de toro, aprenden a embestir para así aprender a torear, corrigiéndoles mañas, lo que le hace sentir satisfecho y orgulloso que no va en valde, que tiene ante sí, a quienes, más temprano que tarde, pueden ser parte de la generación de relevo de la Cantera Taurina Venezolana y eso, le brinda cada tarde, una inmensa emoción como Instructor al frente de la Escuela Taurina Humberto Alvarez.
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