por: @YanaraVivas
A pesar de las dificultades, las corridas de toros en San Cristóbal se realizaron con éxito; quizás no el de otrora, cuando se veía la plaza hasta la bandera, pero el público taurino se movilizó, como es costumbre, para disfrutar y apoyar la fiesta brava, reafirmando una vez más, en Venezuela queda fiesta para rato.
El debut como matadores de toros de Manolo Vanegas y Jesús Enrique Colombo, ambos toreros del patio, fue sin duda el mayor atractivo, pues el corazón taurino se entregó, sin dejar espacio para más nadie.
Tener la oportunidad de disfrutar de la poderosa muleta de Manolo, quien con temple y despaciosidad logró dejar en la retina de los asistentes esa cautivadora danza de entrega, valor y mando, entre toro y torero, con la serenidad que incluso algunos profesionales de larga experiencia no logran jamás, regocija la pasión taurina.
Así mismo, el vistoso toreo de capa, la elegancia al banderillear y la certera espada de Jesús Enrique Colombo para torear en solitario; unido a su arrojo y valentía, siendo aún tan joven en edad y experiencia, merece el reconocimiento del más exigente y el deseo cierto de volverlo a ver en lo que sin duda, es lo que más disfruta: estar frente a la cara del toro bravo.
Las ganaderías han cumplido con toros bien presentados, metidos en peso, algunos difíciles, incomodos, otros mucho mejores. Como en todas las plazas, la realidad es que no todos los toros embisten; claro que ese es el sueño de todos los aficionados a la Fiesta, que todos los toros embistan, se corten todas las orejas y rabos, así como ver salir a hombros a todos los actuantes; incluso poder arrancarles algún alamar, la zapatilla o por que no, el fajín; sueño pocas veces cumplido; pero ahí estamos los taurinos acudiendo esperando no perdernos ese momento soñado, mientras los ganaderos siguen consintiendo en sus dehesas a todos los bureles, cultivando con trabajo y dedicación la gloria de su hierro.
Ahora la cita es en Mérida, en el Carnaval Taurino de América, sin duda el éxito de San Sebastián es buen augurio, a pesar de las críticas de algunos que consideran, entre muchas excusas, no es prudente que los turistas vean la realidad social que se vive en Mérida, como si solo ocurriese en la Ciudad de los Caballeros, o el público taurino ignorase esa realidad. La misma, que desconocen los que adversan la posibilidad de generar empleos temporales y niegan al trabajador obtener beneficio por su labor, quizás es mejor y de mayor honra una cajita de comida en la puerta de la casa o un regalito en tarjeta muy patriota. En la viña del señor hay de todo.
Mientras, los preparativos continúan, junto a la certeza se extenderá, hasta finales de carnaval, el encuentro con amigos, iniciado en San Cristóbal, pues también es parte del toro, el compartir la pasión del toro bravo y perseguir la faena perfecta, apoyando a sus toreros favoritos, encontrándose en alguna posada, hotel, restaurante o compartiendo una empanada.
Gracias San Sebastián, nos encontramos en Mérida del 08 al 13 de Febrero para disfrutar del ùnico Carnaval Taurino de Amèrica.
SNTP 6961/CNP 16770
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