Sábado 18 de Mayo en San Cristóbal


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Escuela Taurina César Faraco: Plaza Monumental, Pueblo Nuevo  
Restaurante Miura: Calle 18 con carr. 20, San Cristóbal 
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31/1/16

5ta de Feria: La experticia de Ponce lo sacó a hombros

Casi se va inédito de Pueblo Nuevo Enrique Ponce, de no ser por el tercer toro: El sobrero de El Capiro. Foto: Comana


por: César Omaña
Director de venezuelataurina.com

La quinta y última de la LII Feria de San Sebastián concluyó su periplo de festejos que se iniciaron desde el Martes 26 de enero hasta el Domingo 31. Antes de la lidia del primero, el matador Enrique Ponce y su cuadrilla completa quiso hacerle un reconocimiento al mozo de espadas Eduardo Mirabal quien lleva 45 años en el toro.

La tarde estuvo opaca en Pueblo Nuevo y la asistencia a la plaza escasamente sobrepasó media entrada que pudo deberse al día domingo de cierre de feria. Se presumía un mejor lleno por el triunfo de Roca Rey el día anterior y la venida del Maestro Enrique Ponce quien tuvo en esta plaza a su talismán.

Se lidiaron ejemplares de cuatro ganaderías: Rancho Grande (1, 1bis y 3), El Prado (2y 5), La Consolación (6) y El Capiro (4) Justos de presencia y fuerzas, flojos de manos todos a excepción del sexto, toro sobrero de El Capiro de Son Son.

Enrique Ponce

El gran torero español no pudo hacer nada ante su primero que acusó daño en la pata izquierda con una posible tripanosomiasis que se evidenció antes de la vara y el público pidió el cambio que la autoridad concedió luego de una fuerte y larga petición. El torero decidió correr el turno, de su lote para no demorar la salida del sobrero el cual correspondió a El Capiro de Son Son. El primero bis también de Rancho Grande pareció tener mas fuerza pero un total manso que se aquerenció; el público comprendió la situación aplaudiendo finalizar con este regalito.
En el cuarto de la tarde, Ponce recibió al sobrero de El Capiro que fue soso y con media embestida; pero al menos, algo le vió que su maestría pudo solventar con una faena muy pausada y a cámara lenta los suaves pases para enseñar al burel a embestir sin protestar. Se vino arriba Ponce al dominar las dificultades que le ofrecía. Con gran estocada remató su inteligente faena para gana las dos orejas.

César Valencia




El venezolano que había tomado la alternativa en esta plaza, salió a cumplir su sueño de niño cuando viendo torear al Maestro de Chivas deseaba poder crecer y torear con semejante Figura del Toreo. Recordó a su Tío al tomar las banderillas y ejecutar el par de la silla que fue muy aplaudido. Se encontró con un morlaco que no pasaba en la muleta sino que embestía a toponazos, como queriendo pegarle a los engaños; César no se amilanó y se entregó a la lidia pero expuso demasiado llevando susto al tendido por la forma descompuesta de las embestidas. EL soberano reconoció la entrega y de no ser por enriarse en el descabello pudo hacerse a un trofeo. Palmas.



En el quinto, el de la Dinastía Valencia salió a por todas; por eso se cuidó en banderillas dejando a los subalternos que trabajaran; este de El Prado le embistió con la cara alta colándose en mas de una oportunidad; la música aderezó su oficiosa faena que de pinchazo y estocada despachó para recibir una ovación con pañuelos en los tendidos; sin embargo, la oreja no fue concedida sino una vuelta al ruedo donde recibió el cariño del público.

Roca Rey

El joven peruano que se estrenó en Venezuela el día anterior, de nuevo dejó constancia de su poderío y sapiencia; su primer toro efue terciado y muy justo de fuerzas, tanto que el tercio de varas fue de trámite, realmente no lo picó. No fue úti para la lidia; sin embargo, lo tapó consintiendo las embestidas a su aire, sin exigirle; se arrimó en exceso, como parece ser su costumbre. Palmas.

En el de cierre de la feria, Roca Rey no tuvo tanta suerte; otro ejemplar soso, que no quería nada con las telas de torear; le metió la muleta con su sabia experiencia, inexplicable para muchos, y se embraguetó en una faena encimista que por momentos pareció prenderlo por el muslo. De estocada certera despidió al de La Consolación y el público solicitó la oreja que le fue concedida.


Enrique Ponce (Purísima y oro): Palmas y dos orejas

César Valencia (Nazareno y oro): Palmas y vuelta al ruedo

Andrés Roca Rey (Rosa palo y oro): Palmas y Oreja

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