Una oreja de peso con los Miuras en Sevilla. Foto: Cadena SER
La tradicional feria de Sevilla todos los años deja apuntes excelsos en ese toldo càrdeno de variados comentarios que surgen entre críticos y aficionados.
Ya son conocidos los nombres de los triunfadores, las puertas del príncipe y toros más destacados. Vamos a apartarnos del común de los comentarios para abordar esa corrida que apagó las multicolores luces del ferial con los temibles Miuras como siempre desbordantes de expectativas.
Fué una corrida de sudorosos trajes, de mucha responsabilidad, entrega y compromiso máximo. Y en medio de ese llenazo, caras de preocupación normal en las miuradas y médicos de la plaza muy atentos, surgió el nombre de Esaú Fernández, un joven torero de Camas, que se llevó la única oreja de la angustiante tarde.
Esaú, conocido por nuestra afición por sus actuaciones en Maracay y el indulto de un toro de "San Antonio" en Mérida, es de esos toreros con fortuna esquiva en los despachos taurinos, pero que poco a poco, sin que le regalen nada, ha venido adquiriendo, sin perder la fé, despaciosidad y temple, además de mucha firmeza y confianza como lo demostró este 21 de abril en la plaza donde hace casi trece años tomó triunfal alternativa.
Las experiencias acumuladas sin abandonar su concepto torero, han permitido visualizarlo como ocurrió en la corrida magallanica de Sanlúcar de Barrameda el pasado año, donde indultó a "Guineo" número 7 de 580 kilos con el hierro de Miura.
Ahora en Sevilla ha vuelto a dar el golpe de mesa con ese primer astado al que le cuajó buenas series, intensas, con firmeza, temple y disposición de triunfo, para al final recibir la única oreja de la tarde al lado de dos titanes como Escribano y "El Fandi".
En esta temporada europea de varios toreros emergentes tocando puertas, Esaú Fernández con nombre propio, se ha ganado a pulso con temple y valor, la clave para seguir triunfando, superada ya la presión de la comparecencia sevillana con esa apuesta propia de ambición, vocación y confianza en si mismo.
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