Los libros que quemaron los nazis en hogueras ... para Iglesias ni siquiera existen. Foto: culturacolectiva.com
*** Lo dicho por Pablo Iglesias (como vicepresidente del gobierno español) es una aberración, un atentado no solo a la cultura del toro; es un crimen a toda la cultura.
por: Sergio Delgado
"Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo". Frase inicial del famoso Manifiesto que, por la actualidad global, parecía tirada al rincón del olvido. Causaría risa si ese fantasma siquiera intentase la posibilidad de aparecerse nuevamente. Tal vez se disfrace de ecologista en su versión más frívola: el "animalismo mascotil", por aquello de sobrevivir en los nuevos tiempos. Y como los extremos se tocan, no le vendría nada mal alimentarse de totalitarismos caducos, apuntando sus cañones hacia la cultura.
Pues ahora diríamos que ese "Fantasma" recorre España. Fantasmagórica figura vicepresidencial en forma de "coleta" Pablo Iglesias, quien es ahijado y padrino -reciprocidad usual en política- de Hugo Chávez Frías y su Socialismo Bolivariano del Siglo XXI en Venezuela. El señor Iglesias, ha manifestado recientemente. sobre la Tauromaquia que le "... incomoda enormemente que se reivindique como una práctica cultural a proteger". Como si el poder político tuviera la magna potestad de decidir qué es una práctica cultural y qué no es. Dudar de esos derechos al plantear su reivindicación, y pretender su abolición y aniquilamiento, al no cumplir con el deber de protegerla, como Estado.
¿Cómo haríamos entonces, si al Sr. Iglesias le “incomodan” los agudos de Monserrat Caballé o las extrañas figuras de Juan Miró, o que nunca se haya sabido quién mató al Comendador de Fuenteovejuna? ¿Simplemente las desechamos como práctica cultural?
Los libros que quemaron los nazis en hogueras, eran libros, prácticas culturales y como tal, peligrosos. ¡Pero para Iglesias ni siquiera existen! Ni Hitler llegó tan lejos. Lo dicho por Iglesias es una aberración, un atentado no solo a la cultura del toro; es un crimen a toda la cultura. Y pareciera que la Tauromaquia es la única que se ha percatado de ello.
Demostrando con hechos su existencia como patrimonio cultural, es la Tauromaquia la que se enfrenta a Iglesias en defensa de la cultura. "Estimado señor Iglesias, nosotros no reivindicamos que seamos una práctica cultural. Nosotros somos una práctica cultural. Y punto." Esto lo afirma Victorino Martín, presidente de la Fundación Toro de Lidia en carta abierta al vicepresidente Iglesias. Habla en nombre de la Tauromaquia, de la cultura y de la verdad. La verdad también incomoda.
Con esta postura, el fantasma que pretende recorrer nuevamente Europa, queda revelado. Es real y cancerígeno. Está aquí y ahora. He escuchado muchas veces la frase "Los toros no son ni de izquierdas ni de derechas". Y le agrego yo: pero no son apolíticos. Los ataques a la Tauromaquia como hecho cultural vienen desde esa trinchera. Allí se debe librar la batalla.
¡En nombre de toda la cultura, Bravo por Victorino Martín y la Fundación Toro de Lidia!
Bravo por Esplá y todos los que han luchado en ese flanco!
La Tauromaquia existe y es imprescindible. Incomódele a quien le incomode.
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