De tránsito por aquí y por allá, entre San Cristóbal, Mérida y Tovar escucha uno a unos cuantos verduleros taurinos
por: Giovanni Cegarra
En estos tiempos de crisis y letargo en la Fiesta Brava Venezolana, en la que apenas soplan sus vientos hacia Tovar del Estado Mérida, ciudad en la que este fin de semana tendremos un Festival Novilleril Internacional en su Coliseo El Llano, surgen entre los aficionados una cuerdita de verduleros que ni sus propias verduras pueden vender, mal hablados, que en vez de hacerle bien a lo taurino, lo embarran hasta la saciedad.
De tránsito por aquí y por allá, entre San Cristóbal del Estado Táchira, Mérida y Tovar del Estado Mérida, escucha uno a unos cuantos verduleros taurinos, que dan pena ajena, maleducados, desacarados, con unas palabrotas en lo que ellos consideren es su mejor argot taurino, dándoselas de conocedores aférreos de la materia, sugiriendo esto y aquello, en lo que a su forma de parecer, deberían ser la conformación de los carteles de las Ferias Taurinas de las ciudades citadas.
Estos verduleros taurinos, aprovechan cualquier circunstancia u oportunidad, cuando se la dan, sin conocimiento de causa, para hacer de las suyas, con su labia descarada maleducada despotricante, sugeriendo de lo que no saben ni tienen remota idea, metiéndose donde no los llaman, en camisas de once varas y pues nada, hay que zapatearlos para que se vayan con sus podridas verduras a otra parte, erradicarlos de nuestra Festa Brava y punto en boca.
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