Se fue Tinín, un personaje muy especial

José Manuel Inchausti "Tinín". Foto: holanews.com

por: El Vito

Ayer, Domingo 01/11, murió José Manuel Inchausti “Tinín”, uno de los toreros que figuró en los carteles de la temporada de inauguración de la Plaza de Toros Monumental de Pueblo Nuevo de San Cristóbal. “Tinín” actuó con toros de Javier Garfias, la segunda corrida del ferial del abono de la Feria de San Sebastián. Fue la tarde del debut del ganadero Javier Garfias, en Venezuela. La fecha, 20 de enero de 1967. Alternó el torero madrileño con Antonio Ordóñez y Efraín Girón. 

“Tinín”, 15 días antes había hecho su debut formal en Venezuela. Fue en Barquisimeto, en la Feria de La Divina Pastora la temporada de la inauguración de El Relicario, la plaza de toros conocida por la afición como La Chata de Patarata. En el cartel de la segunda fecha de la temporada larense “Tinín” figuró con Curro Girón y El Pireo, los toros fueron colombianos, de la ganadería del matador de toros zamorano Félix Rodríguez.

 Su paso por Venezuela fue una estela de tres corridas.  A las dos tardes señaladas agréguele la Corrida del Toro. Fin de feria, en la Feria de San Sebastián. “Tinín” se anunció con Antonio Ordóñez, Curro Girón, Paco Camino, Efraín Girón y Palomo Linares, que aquella temporada tachirense debutó en Venezuela.

Ayer falleció en Benidorm José Manuel Inchausti “Tinín”. Tenía 73 años. Cuando vino a Venezuela, 1967, era una carta que se jugaba Manolo Chopera, ilusionado de reforzar la baraja taurina con un torero en juventud plena, con su mensaje de alegría y capacidad histriónica. Fueron pocos los años que “Tinín” estuvo con Chopera. Más tarde iría a México, donde no estuvo a la altura que de él se esperaba. 

Tres toreros de Madrid: Antoñete, José Manuel Inchausti "Tinín" y Julio Aparicio en Las Ventas. Foto: lasprovincias.es

De que “Tinín” fue un buen torero consta en su palmarés de 28 tardes en la Monumental de Las Ventas, cortó un total de 17 orejas y salió a hombros 4 veces. 

Como novillero fue triunfador en Sevilla, donde la tarde de su debut. Única vez que actuó en la Maestranza, cortó tres orejas. No regresó, porque el día de su triunfo los sevillanos quisieron sacarlo a hombros por la Puerta Grande, pero “Tinín”, rebelde y solidario como siempre fue en su vida, aquella tarde que se negó al reconocimiento de la afición “porque sus compañeros no habían triunfado”.

Muere a los 73 años de edad siendo un gran conocedor del negocio taurino, donde se la jugó, brevemente como empresario y como veedor de toros en el campo de las empresas de Javier Chopera y de Toño Matilla. Fue siempre un personaje muy ligado a Madrid y al gobierno de la Plaza de Madrid como representante de los Hermanos Pablo, Eduardo y José Luis Lozano ante los ganaderos y apoderados, fue la última vez que le vimos. Hace ya tiempo, fue cuando el caraqueño Leonardo Benítez tuvo la oportunidad de romper en Las Ventas. Toreó tres tardes, confirmó la alternativa y dejó buen cartel, aunque no cortó oreja.  “Tinín” tuvo que ver con la proyección de Leonardo Benítez en sus primeros días en Madrid, ya que el caraqueño venía con un cartelazo de Francia. Cartel logrado gracias a su triunfo en Beziers -cuatro orejas, un rabo, con salida a hombros – fue una tarde que toreó en compañía de Curro Romero, la tarde que Leonardo Benítez estrenó su quite “La tomasina” que hoy y por asociación equivocada atribuyen a José Tomás.

“Tinín” ha sido uno de esos madrileños en extinción, por su gracia natural como aún queda el apreciado Pepe Teruel. Llegó por las virtudes de su personalidad a ser representante de Juan Manuel Serrat y de Camilo Sesto. Gran jugador de frontón, buen conversador y analista con mucho talento que le viene por la línea de los Inchausti. Lo mismo para las cosas del toro, un camino que le abrió su hermano Faustino, que había perdido una pierna por una cornada sufrida en Burgos. 

Fue rico su contenido taurino; “Tinín” era una delicia en la tertulia. Una bendición como compañero de viaje en las largas rutas hacia las ganaderías, el recuerdo de aquellos años que en su Madrid pisábamos aquellas castizas calles del Madrid que hicimos nuestro y guardamos en el tesoro del recuerdo.